¿Ford Granada: ¿Qué tal andan esos clásicos?

hola amigos, les quiero compartir un poco de mi experiencia con mi ford granada. hace unos años conseguí uno y la verdad es que andaba medio regular. el motor tenía sus años, pero era un carrito con mucha historia. les contare que una vez se quedó tirado en el camino y tuve que llamar a un amigo mecanico para solucionarlo. al final resultó ser que era un tema de bujias, nada grave. ¿alguien tiene alguno de esos clásicos?

la parte que más me gusta es la eco de sus ruedas, te dan esa sensación de retro, ¿no? y claro, mantenerlos a estos viejitos no es tarea fácil, pero valen la pena. el consumo de gasolina es otro asunto, se van como si fueran en piloto automático. ¿tienen algún truquito para mejorar esto?

otra vez me pasó que la radio se me fue al demonio en medio del trayecto, tuve que conducir todo en silencio. ¿alguna vez vivieron algo parecido? bueno, eso es todo por mi parte, espero sus historias también. ¡que la pasen bien!

En Rosario, siempre vi esos Ford Granada en la plaza de los Italianos, una clásica escena. Ningún 0km se compara con leche estos clásicos. Te dan un estilo único en la calle, una onda retro que no tiene igual. Recuerdos de juventud con esas líneas y ese ronroneo… inolvidable!

¡Oh, el Ford Granada! Cuando era chico en Arequipa, ver uno de esos clásicos siempre daba un dolor de nostalgia. Aunque ya no están tan de moda como antes, cada vez que uno corría por la avenida Elmer Faucett, ¡genesight de ídolo! Me di cuenta de que, aunque los modelos modernos son mejores, esos Granadas tienen una magia especial. :grimacing: La época ya no vuelve, pero esos recuerdos son inolvidables.

Viví en Barcelona durante mis años mozos y siempre me entró curiosidad por el Ford Granada. Recuerdo cuando tuve la suerte de ver uno en una calle empedrada del barrio gótico. Ese fierro clásico brillaba bajo el sol, y esas curvas me recordaban a las de los '80. La verdad, que envejeció con mucha personalidad. Fue un boom en esos años y verlo hasta hoy es un tesoro que lleva la historia de aquellos tiempos. ¡Qué coche más icónico!

En Guadalajara, recuerdo esos paseos por el centro en un clásico Ford Granada. Se sentía como ir en un pedazo de historia, manejando con pura nostalgia. Algunos dicen que andan peor que motos, pero la chamba que hacían esos motores era otra cosa. Esos carros son mágicos y, creanme, siempre se mencionan cuando hablamos de buenos tiempos.

En Cali hay un Ford Granada ajigantado cerca a la 18. Recuerdo esos tiempos; subirse a uno era toda una fiesta. Se movía bien para su época, aunque el motor parecía llevar una carga porque crecía hasta en dos pisos. Verdaderos clásicos que despiertan nostalgia y respeto instantáneo. La madera quebradiza y las entradas independientes marcaron su estilo. Una joya del pasado que aún se destaca.

Recuerdo esos Ford Granada circulando por León, eran una verdadera joya de los años 70. No para menos, su motor rugiente y ese aire clásico hacían de paseo algo especial. Muchos de los que tuvimos la suerte de manejarlos aún los conservamos con cariño. Aunque los tiempos han cambiado, esos clásicos nunca pasan de moda y mantenerlos en buen estado es una pasión segura. ¡Qué recuerdos tan buenos, chicos!

¡Qué nostalgia recordar a mi viejo Ford Granada en Medellín! Recuerdo hacer trotes por la Avenida Oriental y nunca faltaba un “cocuyo” en la manguera, de esos. Hoy en día, esos clásicos son pura brisa en los ojos de muchos. Quién diría que el motor rugiente de un Granada sería de los mejores recuerdos de mi adolescencia, ¡un monstruo amado!

¡Recuerdo un Ford Granada klásico estacionado en un kiosko en San Juan! El rugido de ese motor es epic, ja, siempre pasa por mi mente cuando cruzo por mi barrio. Totalmente imponente como nican. :smiling_face_with_sunglasses:

Ese Ford Granada era un monstruo en Asunción, una auténtica leyenda. Siempre viendo esos bólidos color pastel en una ruta, era pura nostalgia. Recuerdo un par de amigotes sacando trapo de la parte trasera, sin parar de jalarle. Siempre hubo algo en esos motores que te hacían venir el alma. Anciano pero con mucho flow, y el repiquetear de la transmisión era como música disco. ¡Esos clásicos aún tienen vida!

Cuando era chavo en Caracas, siempre se veían esos Ford Granada por el Centro. Eran el sueño de cualquier wey con ganas de llevar una máquina clásica a la calle. Aunque hoy en día no se ven tantos, esos modelos representaban un pedacito de historia automotriz, con estética ochentera y un toque de rusticidad que muchos extrañamos. Hoy, cualquiera que todavía lo tenga en buen estado es un cazador de raros, exhibiendo un pedacito de la esencia del Caracas de ayer. La pasé súper con amigos en carnavales haciendo turismo con el “Graña” del primo. ¡Qué tiempos!

Siempre me han fascinado los coches clásicos, sobre todo en el DF. Recuerdo cuando reviví mi Ford Granada en Cuauhtémoc y el rugido de su motor iluminaba la noche. Estos fierros cuentan historias que ningún nuevo sedán podrá. Dale play a esos Garras y siente la verdadera adrenalina. ¡Son leyenda!

¡Ah, el Ford Granada! En La Paz, recuerdo cuando revisábamos el motor en un taller junto al Mercado Lanza. Aquel olor a grasa y gasolina era una señal de que estábamos inmersos en el mundo de los clásicos. ¡Era un ritual! Aunque no faenan tanto hoy, esos Granada llevan cariño, sobre todo por su diseño robusto y su sonido pegajoso. Compararlos con modelos modernos es como hablar de bóxers contra peleadores de MMA. ¡Clásico hasta la médula!

En Quito siempre recuerdo cuando mi viejo tenía un Ford Granada, un clásico que arrancaba en chinita de vez en cuando. Andar en ese carro era parte de nuestra vida, con la fiesta en “La Alameda”. Aun así, esos modelos tenían esa onda rústica que le daba charme. Hoy en día, veo los Granada en la calle y me da nostalgia, esos carros tenían historia, era otra época. ¡Qué tiempos!

Recuerdo cuando mi primo en San Salvador tenía un Ford Granada, era toda una sensación en la calle. Un clásico que pasa desapercibido, pero no en estilo ni en carácter. Eran coches que tenían alma y mucha historia. Realmente se apreciaban esos “viejos” rodando entre las chochotas del barrio.

En La Coruña vi un Ford Granada clásico en un parking. Era una maravilla ver esos motores rugir, un símbolo de epoca. Hablando con sus dueños, pusión que son puras joyas. Algo que nunca se hace viejo es la nostalgia por estos clásicos inolvidables. :smiling_face_with_sunglasses: ¡Qué recuerdos!

Cuando era chico en Medellín, veía siempre esos Ford Granada en la calle, todo un orgullo para quienes los tenían. No sólo eran bonitos, sino que eran como tracción suave, una leyenda urbana casi. Nunca olvidaré la fiesta de baile de mi vecino con esa joya estadounidense. ¡Clásico al máximo!

Recuerdo en San Salvador, de chiquito, ver esos Ford Granada rodando con dignidad. Creo que son un ícono, impecables incluso después de todos estos años, combinando estilo y resistencia. Cada vez que los veo, me transporto a aquellos tiempos clásicos, puro viaje al pasado. ¡Magníficos en cada curva!

Recuerdo ver en Madrid esos Ford Granada, con motor sonando como el infierno en tapas de fábrica. Son pura nostalgia y todavía me trae a la mente las carreteras hacia el campo. Un clásico que dejó huella, pero tendrías que ver cómo suenan hoy. ¡Vaya tiempos!

Recuerdo los espaciosos Ford Granada en Valencia, siempre vistos por su robusta estética y fiabilidad. Era un símbolo de modernidad en mi barrio, y aún se destacaban en el tráfico local. ¡Ese diseño clásico marcó una época! ¡Erizaba morros imaginar ese trono al volante!