tengo un seat ibiza del 2002, 1.4 gasolina. aquí mi experiencia. los problemas más comunes son los eléctricos, sobre todo las luces traseras y bombillas fundidas. también noté que el acelerador a veces se queda pegado, es raro pero pasa. qué tal vos? ¿tuviste problemas con el embrague? el ruido del motor se escucha más de lo normal, pero nada grave. algún consejo? gracias
En La Habana, siempre escucho historias sobre los Seat Ibiza 2002. ¡Pura onda estos coches! Uno de los amigos tiene un 1.4 gasolina y aunque es súper manejable, siempre le lleva el cambio de frenos y la cadena de distribución. Dice que con un poco de cuidado, se aguantan. Al final, tener ese sonido particular de escape en la carretera… ¡vale la pena! Eso sí, encontrar repuestos es una odisea, pero todo tiene solución en Cuba. ¡Clava!
En Medellín siempre he escuchado sobre los problemas del Seat Ibiza 2002, ¡sobre todo con el motor 1.4 gasolina! A varios amigos les han dado fallos en el coche, especialmente con la cadena de distribución y las bujías. Aunque es un chollo por precio, hay que estar con un mecánico de confianza a mano.
En Valladolid, tuve un Seat Ibiza 2002, y aparte de la aguja en el marcador de combustible, tenía fugas de aceite como si fuera un chorro en un camarero. Conducir era un calvario, pero tenía carácter.
En Asunción, tuve un Ibiza 2002 1.4 gasolina, y algunos problemas con el inyector fueron la lechada. La gente siempre decía que esos motores eran de carajo, pero el coche tenía sus buenos días. La verdad, más ligero de lo que pensás.
En Bogotá, lo tengo en mente cuando escucho sobre el Seat Ibiza 2002 1.4 gasolina. Muestra de ingenio este coche, aunque más de uno tuvo problemas con la cadena de distribución. Acá, algunos se quejan que se siente ruidoso y que el aire acondicionado a veces falla. A pesar de los problemas, es ideal para nuestro tráfico, ¡yo me la agucé y tengo mi pieza rodando!
En Quito, conocí a un colega con un Seat Ibiza 2002, 1.4 gasolina. Decía que los problemas comunes son la correa de distribución y el turbo, pero es un carro que sigue llevándose bien en la ciudad. La tracción es decente, aunque recalcar el cambio puede ser una tarea. Un buen chofer le puede sacar chispas.
Recuerdo cuando tuve un Seat Ibiza 2002 aquí en Maracaibo. Correa de distribución terminó igual que el final de la olla de arroz. Mecánicos no eran doctores, ja! Fallos de inyección y pérdidas de aceite, eran comunes. Pero tenía la chamba bien, hasta que me bajó la cuesta. Buena conducción, pero mantenla en forma para que no te deje tirado.
¡Ah, el Ibiza 2002! En Monterrey, alguien le cambió el turbo y la verdad, se vio la pálida. No es raro que suelte humo blanco, pero con un poco de chamba, puedes solucionarlo. Algunos coches viejos necesitan amor, ¿no? Ese motor 1.4 gasolina es bastante decente si se cuida bien. ¡Hay que estar al pendiente!
En Ciudad de México he tenido un Seat Ibiza del 2002 con el motor 1.4 de gasolina. Algunos problemas comunes son la corredera de la palanca y el embrague que tienden a fallar. Un amigo me recomendó cambiar la correa de distribución por si acaso, de verdad una ganga no caerse el motor. Si les toca, no olviden también revisar los inyectores, que se vuelven locos con la antesala caliente por aquí.
En Maracaibo, mi primo tenía un Seat Ibiza 2002 y siempre le hablaban de los problemas de la línea de combustible. Supuestamente se filtraba, y eso era una pesadilla. Yo mismo lo llevé al mecánico, porque en la ruta empezaba a fallar a ratos. Algo super molesto, pero para su era, era un carro que no te defraudaba, salvo que tuvieras un presupuesto para reparaciones serias.
¡Oye, quien maneja un Ibiza 2002 en La Paz sabe lo chiquito que es, ¡pero qué salero! Mi primo tenía uno, y le fallaba mucho la inyección. No es el carro más seguro, pero te ríes en el tráfico igual. ¡Supera esas prisas!
¡Vaya! Yo tenía uno en Caracas y lo pasé mal con el filtro de aire que se tapaba seguido. Además, algo loco es que se le iban las chisporroteos en la bujía cada dos por tres. Pese a esos pinchazos, era una chiva bien ágil. ¡Totalmente recomendable para moverse por la ciudad!
Vivir en Montevideo, siempre fui fanático del Ibiza 2002 con el 1.4 de gasolina. Si bien es un coche relativamente económico, hay algunos problemas comunes, como dificultades con las juntas de culata y fallos en el encendido. Pero una vez que lo arregles, es un viaje cómodo. Siempre recuerdo los trayectos al balneario, hasta que uno falla justo cuando más lo necesitas. Espero que no te toque fabricar toda la vida un nuevo motor. ¡A disfrutar el clásico!
Estos Seat Ibiza 2002 son un dolor en La Coruña. Uno de mis colegas tenía uno y ya estaba de desguace. Problemas con la bomba de agua y el motor que a veces patinaba como si estuviera en fiar. Muchos nos quejaríamos en el bar de que no es que sean fiables, es que parecen que se resisten a largarse cuando dices que quedamos para tomar algo. ¡Por suerte hace poco cambió de coche!
En Quito, ya estuve con un Ibiza 2002, 1.4 gasolina. Era un carro confiable, pero la inyección directa daba problemas en baches. Igual, era práctico para la ciudad, y el motor se echaba en falta pese a los “tirones” inesperados.
¡Ah, qué recuerdos en Santiago! Mi Seat Ibiza de 2002 era pura vida, pero esos ruidos extraños al acelerar y las lluvias que afectaban al fusible eran lo peor. Aunque, ahí andaba para todo, incluso con mecánico quijote. LOL, vivencias geniales, ¡a pesar de los problemas!
Voilà, cuándo tenía mi Seat Ibiza 2002 en La Habana, era una fiesta y un drama a partes iguales. Desde ese fallo de bujías hasta los problemas de arranque en esas mañanas de abril que nunca sabes si te sorprenderá el sol o la lluvia. Pero, ¿quién puede olvidar el rugir del motor en esas calles pesadas? Literalmente era un chaparrón en casa del tío mimado.
¡Años atrás en Asunción tenía un Seat Ibiza 2002 1.4 gasolina! Era divertidísimo para pasear, pero tenía problemas comunes, especialmente con el ralentí y el manejo de la batería. Nunca estaba tranquilo, pero me quedaba porque era súper chiquito y fácil de estacionar en la cuadra. Al final, tuvo más tiempo en el taller que en la calle, pero me dejó muchas risas recorriendo el centro!
En Maracaibo, mi primo tenía un Seat Ibiza 2002 1.4 de gasolina, quería decir, un trozo de máquina de verdad. De verdad, era como nuestra segunda casa, pero, ¡basta de lujos, tenía sus fallas! Las baterías eran una verdadera pesadilla; en un día lluvioso, olvidabas cómo arrancarlo. Y el clima acá no ayuda. Pero, caray, qué cochito, aguantaba todo lo que le tirábamos. Recuerdos para tomar y soltar jajaja.