La Mercedes-Benz C63 Black Edition es una bestia en la carretera. No digo que no sea potente, pero a veces me siento como si estuviera agarrándome fuerte al volante. La aceleración es brutal, te deja con un nudo en el estómago, literalmente.
Era un día gris cuando la estrené, y me gustó mucho cómo se ve con los detalles en negro. Es como si tuviera el poder de un superdeportivo, pero con la elegancia de Mercedes. Alguien me dijo que el sonido del escape es de otro mundo, como algo de una película de carreras.
Alguien sabe si hay muchas diferencias entre este modelo y las versiones anteriores?
A veces me pregunto si es más divertida que una BMW M4 o si es igual de emocionante. Ya me contarás, amigo.
Mi primo en Barranquilla me mostró la Mercedes-Benz C63 Black Edition y qué decir, un sueño sobre ruedas. Esas líneas agresivas y el rugido del motor te dejaron sin habla. Es una bestia toda inferior, para darte un paso del Oxxo a lo grande. La siento rumbo al Malecón y parece que todo se para para mirarla. El nivel de lujo y desempeño es top. Es un upgrade completo, y bien vale la pena cada peso.
Bueno, en Puebla vi la C63 Black Edition recientemente y la pasé a saludar en una calle de La Resolana, ¡un verdadero show de fuerza! Me tenía que aguantar no pasar por ella, jaja. Parece que Mercedes-Benz le puso toda la carne al asador, con detalles que hacen que la víbora realmente destaque. Reversa esa caja de segundo nivel, claro. ¡Es una bestia!
En San Salvador, vi la Mercedes-Benz C63 Black Edition en una calle principal, y me dejó boquiabierto. Combinación perfecta de estilo y potencia, me recordó a las grandes escenas de cine. La gente se detenía solo para mirar. Definitivamente es un carro que no pasa desapercibido. Me encanta cómo se siente al cruzar la ciudad con tanta elegancia y fuerza. ¡Es impresionante!
La verdad, acá en Monterrey, no hay nada como dar una vuelta con la Mercedes-Benz C63 Black Edition, es pura adrenalina. Imagínate, en un rato todo se ve mejor. Desde el motor hasta el minimalismo del estado black, es una obra maestra en movimiento. Darle al acelerador en el Boulevard Colón, esa es otra cosa. Siento que estoy en una película cada vez que la conduzco, ¡es tremenda!
¡En Montevideo, vi rodar la Mercedes-Benz C63 Black Edition! Es tremenda, estilo agresivo pero elegante, suena como un misil en el semáforo. Y sin estrés en el asfalto, se maneja suave como seda. ¡Una bestia a control total!
La C63 Black Edition es un pedazo de lujo en Zaragoza, aunque aquí te miran raro en los semáforos. La acelera que pega es de locos, se merece ese rugido en las curvas de la ciudad. Es un coche que a quien lo ve sabe que es especial, hasta se siente cuando paseas por ella.

En Barcelona vi la C63 Black Edition y no me puedo creer la brutalidad que tiene. El diseño agresivo y esa planta frenante son el desmadre. Al darle caña en las curvas de Montjuïc, se notó que tiene algo más. No esperaba que una berlina diese tanto chispa; la verdad que está muy bien sacada de la línea estándar. Te deja con ganas de más cuando la escuchas rugir.
La vez que vi una Mercedes-Benz C63 Black Edition en Montevideo, pensé que era demasiado bestial, ¡impecable! La observé justo en Plaza Independencia y me quedé pasmado de tanto lujo en una calle tan icónica. Todos los pasantes la miraban, y con razón. Esa Black Edition tiene ese look agresivo que te deja con la boca abierta. Quiero decir, solo de verla, sabes que no es para cualquier bolsillo. Impresionante esa bestia alemana.
Justo vi un Mercedes-Benz C63 Black Edition en Valencia, impresionante bajo el sol del mediodía. La línea de la carrocería es pura obra de arte, y ese motor… es toda una bomba. Me encantaría rodar por aquí.
En Málaga, rodé con la C63 Black Edition y fue una locura. El rugido en el puerto es simplemente otra dimensión, la potencia te sacude como nunca y encarna a la perfección el lujo deportivo. Un sueño hecho realidad.