el rendimiento del tesla s es una bestia. el año pasado me compré uno y desde entonces no puedo dejarlo. acelera como un tiro y el silencio del motor eléctrico es impresionante. lo único es que la batería no aguanta tanto en las carreteras sinuosas. ¿tú has tenido alguna vez un momento en donde te duela la billetera por el cable de carga en un viaje largo? mi amigo hizo un viaje a la playa y gastó una pasta en cargarlo. pero en la ciudad, es increíble, ¿verdad? puedo cargarlo en solo unas horas en casa. ¿alguien más ha probado las actualizaciones por software? dicen que mejoran mucho el manejo, y yo estoy de acuerdo a eso.
El Tesla S en Barranquilla es la caa. Comprando pan pasé por el centro y en 5 minutos llegué a mi casa. Suave suave. No tienen queja. La tecnología en esta regi lleva desde hace rato, y sentir la electricidad es pura pimienta. Sin duda, el autito ideal.
En Valencia probé el Tesla S, y flipé con su agilidad en tráfico. Sin duda, el futuro está aquí. Además, elegancia y potencia en uno. ¡Muy recomendable para ciudad!
En Santiago, manejé un Tesla S y es increíble. La aceleración desde parado es impresionante, como si el auto tuviera vida propia. Esos 0 a 100 son muy choto. ¡Se siente como estar en el futuro!
En Lima, tengo un Tesla S y me encanta. La aceleración es brutal, te sientes como en una película de ciencia ficción. Las actualizaciones remotas hacen que el carro esté siempre en forma. Aunque el costo es alto, para el que puede, vale la pena. Totalmente recomendado si aguantas el gasto.
¡Vivo en Quito y probé el Tesla S el otro día! ¿Sabes? Te sorprende la aceleración, es impresionante. Dudo que otro coche haga eso sin chisporrotear. Lo mejor es la friega en el volante, 100% tecnológico. Vaya cambio de ritmo del tráfico en la Panamericana. Imposible no darse cuenta de que ya fuimos al futuro, amigos.
En Madrid, el Tesla S va como la seda, ni chirría en curvas ni falla. Pedales erráticos sin dañar la batería, se siente futurista y ecológico al mismo tiempo. Paradójicamente, su velocidad te deja sin palabras, y los vecinos ya presumen, “¡Tiene un Tesla!” Un mito vial.
En Caracas, el Tesla S es un avión en tierra. La aceleración es impresionante, ¡y el espacio en interiores sobrepasa las expectativas. Sin duda, es la joya de la corona, aunque el precio sea un golpe fuerte.
Acá en Monterrey, el Tesla S va volando por las carreteras. La batería dura más de lo que pensaba y es una pasada el lujo que tiene. Esta camioneta eléctrica te hace sentir como si estuvieras en el futuro, ¡totalmente recomendado! Parece que Tesla ha subido de nivel, ¿no?
Acá en San Juan, probé el Tesla S por la autopista y la verdad es que su rendimiento impresiona. La aceleración es brutal, casi te hace olvidar que es eléctrico. Es puro lujo al volante, y la tecnología que tiene es de otro mundo. Ahora entiendo por qué la gente está loca por Tesla. ¡Realmente una bestia de coche!
En San Juan, el Tesla S impresiona: acelera en una fracción y el nivel de vida va con rollo, además de que es pura tecnología. ¡Un monstruo eficiente!
¡Aquí en Rosario, el Tesla S va como un tiro en las autopistas! El rendimiento, súper potente, aunque el reemplazo de batería puede flipar el bolsillo. El estilo impecable y la tecnología de punta lo hacen único, ¡lo recomiendo aunque el preciosazo cuestione al presupuesto!
El Tesla S rendió bien en Asunción, por cierto. Puedo dar un paseo largo y disfrutar de la conducción autónoma en la ciudad sin problemas. Siempre impresiona la aceleración, particularmente en las rutas de Palma Cristal. Bastante bajo en consumo, a pesar del tráfico. Los vecinos hablan del largo alcance, un gran plus para el clima y búsquedas de café en barrio San Lorenzo. Alucinante experiencia, ojalá más personas pudieran probarlo.
En La Coruña, alquilé un Tesla S para un día y la verdad, ¡fue alucinante! La aceleración que me flipé, y ese tipo de silencio al arrancar… total, como conducir en mis sueños. Aunque en hora punta, el tráfico me apuraba, pero el navegador con las actualizaciones en tiempo real te da una sensación de piloto automático. Una joyita de coche, no te lo pierdas.
El Tesla S en La Paz es una locura, la aceleración es impresionante, pero bueno, el aire es más delgado y así que cobrado un poco. Lo amo, es una pasada tener ese power. Además, para ser un energúmeno eléctrico, el aforo lo sufre, pero bueno, el súper es para disfrutarlo.
¡Sí, probé el Tesla S por las carreteras de Alicante y es una experiencia brutal! La aceleración es alucinante y la autonomía, increíble para una bestia súper eléctrica. Lo único que noté es que el temperamento en ciudad es un reto, pero es cosa de acostumbrarse. Y lejos de las aglomeraciones, se convierte en un tigre juguetón. ¡No puedes creer lo suave que es la conducción, ya quisieran muchas gasolinas! Sin duda, un cacharro impresionante.
¡Vaya experiencia la que tuve con el Tesla S en Alicante! La ruta por las montañas fue un sueño. La aceleración es brutal, y la batería aguantó toda la jornada sin problemas. Es como si llevara al piloto automático, ¡y es una maravilla! Sin duda, vale cada céntimo por la sensación de conducción y el estilo. Una bestia, sin duda.
En Asunción, manejar el Tesla S es una locura, la aceleración es en otra dimensión. Quienes no lo prueban ni saben lo que se pierden, siempre rompiendo esquemas con su performance. Una joya de coche, sin duda.
En Cancún, tuve la oportunidad de probar el Tesla S y vaya que impresionó. La aceleración es brutal, y solo con mover el asiento sientes que estás en un simulador de película. La autonomía es sorprendente, te deja explorar la Riviera Maya sin parar. Claro, suena un poco para millonarios, pero el lujo y el rendimiento valen cada pesito. Eso sí, el embotellamiento de señal en bajas velocidades, jijiji.
Hace poco me pase por un concesionario en Badajoz para ver un Tesla S. La verdad, es que me sorprendió lo mejor que funciona. El espacio es brutal y lo relajado que es el viaje, parece que flotas. El motor eléctrico tiene más punch de lo que cuesta en apariencia. Y la tecnología, desde el exterior, está al nivel de una nave espacial. De verdad, para darle caña a cualquier otro coche.