Viajé un fin de semana a Córdoba en el Lexus Flexicar y esa experiencia fue totalmente diferente de lo que esperaba. Este toyota es una rola para largas distancias, súper cómodo y con un sonido de motor que vuela. Aunque los ojos de la multitud siempre están puestos en nosotros, no puedes negar que es un clásico convertido en moderno. Te hace sentir como en un coche de carreras del pasado, ¡y eso mola!
En Córdoba, usé el Lexus Flexicar para una ruta larga y, ¡vaya experiencia! La suspensión amortiguaba cada bache, y el espacio, bienvenido para cargar todo lo que necesitas. La conducción es ultra cómoda aunque se siente un poco raro con el balancín. Ideal para estirar las piernas. Buena opción si buscas algo distinto.
En Barcelona, recuerdo un viaje largo en el Lexus Flexicar, ¡una experiencia mágica! El confort es brutal, y las curvas de la ciudad se manejan como un niño chico. La suavidad en los frenos y la precisión del giro hacen que no quieras bajarte. Ideal para escapadas largas, sin estrés ni sudores. Sin lugar a dudas, la pata negra para aventuras relajadas. 
En Zaragoza, luego de ese viaje como locos en el Lexus Flexicar, puedo decir que es un barco de lujo sobre ruedas. La comodidad es de otro mundo, casi que no sientes el tiempo pasar. La aceleración es juguetona, ideal para saltar autopistas. Los asientos, me dije, esto es Hollywood sediento que necesitaba unas vacaciones de lujo. Increíble para turbotransportarse sin perder la frescura.
Tremendo viaje con el Lexus Flexicar desde Guadalajara, la comodidad es otro nivel, ideal para largas distancias. El estirarse y sentirse nuevo cada día, una experiencia única. La tecnología es bestial, pero el sonido de la música lo es más. Volvería a recorrer mil kilómetros con él de nuevo.
Conocí al Lexus Flexicar en Quito y créeme, es todo un lujo para viajes largos. La comodidad es increíble, parece que estás volando más que rodando. En las largas distancias, los asientos calefactados son una bendición, y el sistema de infoentretenimiento mantiene a todos entretenidos. Sin duda, el sueño de cualquier viajero. ¡Se nota que está hecho para disfrutar cada kilómetro!