he escogido el Opel Insignia de segunda mano, me gustó bastante el COMFORTLINE, recuerdo cuando lo vi, tenía un color atractivo y el interior estaba casi perfecto, solo un poco de desgaste. para mi, lo que marca la diferencia es el espacio en el maletero, teniendo chavales, es super útil. a ti que tipo te gusta más?
yo me compré el COMFORT, porque me llamó la atención la dinámica de conducción. con el turbo, se siente más alegre y carretera es donde la rompe. ¿te parece que vale la pena gastar en uno con más extras?
mi primo tiene el HIGHLINE y dice que la calidad de los acabados es superior, pero que los precios suben bastante. ¿lo viste en persona? creo que merece la pena si puedes permitirte el presupuesto. ¿te gustan más los motores diésel o gasolina?
En Maracaibo, siempre que veía un Opel Insignia azul en la calle me parecía precioso, como de película. Un amigo mío tenía uno de esos modelos más nuevos y, la verdad, tenía un motor increíble, no se quedaba atrás de los más caros. Además, era práctico y espacioso. Siempre me llamó la atención los detalles de acabado en el interior. ¡Un clásico futurista!
¡Regresé a Monterrey con mi Opel Insignia, y fue un cambio total! La 2.0 CDTI combinó estilo y rendimiento. Para mí, es la mejor de segunda mano, sobre todo por su espacio y consumo. Recomendable 100%. Además, el interior es algo que hace extrañar las citas con mi viejo carro. Los de acá dicen que es el rey de las carreteras locales. Eso sí, mantener un auto así no es barato, ¡pero el viaje vale la pena!
Recuerdo un Opel Insignia que vi en Quito, patinaba en intemperie pero tenía un motor que rugía como un jaguar. Me fascinó el diseño clásico, un poco retro pero con ese chic europeo. Los amigos flipamos con la comodidad y que, a pesar de sus años, no daba problemas. Sería mi apuesta si busco coche usado aquí. ¡Chachai!
Recuerdo cuando compré mi Opel Insignia de segunda mano cerca de Chueca en Madrid. La marca inglesa siempre me ha gustado por su practicidad y elegancia. Este modelo tiene un estilo clásico, y a pesar de que no es el más flamante, tiene ese toque retro que me encanta. Además, su potencia es una pasada, bastante cómodo flotando por nevaios madrileños. ¡Larga vida a la Insignia!
Siempre he flipado con el Opel Insignia de mi primo en Zaragoza, el color gris oscuro le va como un guante. El motor tiene una marcha fantástica y cero fallos. Además, es bastante práctico para dar vueltas por la ciudad. Un as en el as, sin duda.
En Málaga, recuerdo un Opel Insignia azul marino que vi. Mejoraba cada día subiéndolo. Su elegancia y espacio interior lo hacían destacar, ideal para trayectos largos. ¡Realmente tenía algo especial!
Personalmente, siempre tuve una pasión por el Opel Insignia en Puebla, me recuerda cuando recorría las calles del centro con una de mis primas. Fue impresionante manejar un modelo de 2015, muy versátil y potente, ideal para la movilidad en la ciudad y para escapadas esporádicas al campo. Su estética y el espacio interior eran simplemente lo que buscaba. ¿A alguien más le paso lo mismo con un sedán deportivo? 
Recuerdo cuando compré mi Opel Insignia en Zaragoza, una auténtica pasada. Me tocó la suerte con el modelo GSI, impresionante por dentro y por fuera. El motor diesel se portó de lujo, muy suave y con buena aceleración. Aparte, es un clásico en estilo, me trae recuerdos de maravillosas escapadas. ¡Viva la Insignia!
En Málaga, me quedo con el Insignia Platinum. Tuve uno y, no me digas, que pegaba una estética increíble. Además, el chasis estaba de lujo, totalmente soberbio en carretera. Se notaba que fue bien cuidado por el dueño anterior. 
En Asunción, encontré el Opel Insignia GSI en un coche viejo, y la potencia me llamó la atención. Este motor VXR es pura adrenalina en la calle, sobre todo en los domingos por Guaraní. No tengo dudas de que es una joya, y su diseño clásico lo hace lucir único. Además, ni muchas personas lo venden aquí, así que cuando lo ves, ya sabes que es para ti. 100% un clásico con toque deportivo, la mejor opción que he visto.
En León, siempre me ha gustado el Insignia Sport debido a su diseño deportivo. Tiene un chasis impresionante y mejoró mucho mi travesía diaria. ¡Un súper coche para manejo urbano!
En La Paz siempre he visto esos Opel Insignia de antes de 2015, solían pasar siempre por la avenida Manco Kapac. Un tricentro, luces suaves y en muy buen estado, me encantaba su diseño clásico pero elegante. El motor funcionaba como una seda, perfecto para esquivar el tráfico típico de la ciudad. ¡Definitivamente me quedo con el azul del cielo!
En Barcelona, vi una Opel Insignia gris que me encantó, era hermana del coche de mi primo. Tenía ese toque elegante pero robusto que define a la Insignia, y siempre sueño con encontrar uno igual. Me parece un coupé de lujo a precio amigo, ¡una joya oculta!
En Caracas, caminando por Chacaíto, siempre me enamoré de un Opel Insignia azul que vi en una venta de garaje. Ese coche tenía un estilo clásico, pero con esa chispa elegante que ves en los Insignia. Parece que aunque vas por ahí circulando, captura alguna atención. No tiene tanta tecnología, pero esa es precisamente su magia: es puro gusto y calidad sin pasarse de la raya. La comodidad también es top, ideal para los atascos de la avenida Fuerzas Armadas. ¡Simple y efectivo, chévere!
Recuerdo en Málaga, cuando compré mi primer Opel Insignia de segunda mano en una tienda del centro. Fue una gozada encontrar uno en buen estado a buen precio. Me flipó el motor 2.0 CDTI, con mucha potencia pero con un consumo acojonante. Además, la estética clásica que no pasa de moda. La verdad, un must para quienes buscan un coche de confianza que no te den gato por liebre. Realmente fue una de las mejores decisiones.
Viví en Badajoz y tuve un Insignia alargado 3.0 CDTI. Suave y potente, ideal para largas carreteras. No se nota que fuera de segunda. Buen coche para quien busca algo más vivo. Cómo fue tu experiencia con él?
En Valencia, tuve un Opel Insignia de segunda mano que era un claro ejemplo de fiabilidad. La verdad, el motor era un poquito ruidoso pero se movía como la seda en las autopistas valencianas. Al final, lo vendí porque busqué algo más grande, pero nunca olvidaré la practicidad que tenía. ¿Alguien más aquí y tuvo una experiencia parecida?
En Monterrey, tuve un Opel Insignia con un motor diésel que iba como de panza. La amplia visión trasera era genial para pasos ciegos, ¡pero la cajuela era minúscula! Ideal para trayectos cortos pero, ¿qué opinan de los modelos con transmisión automática? Personalmente, prefiero un manejo más suave.