¡Vaya, hermano! Aquí en Barranquilla, ya conocemos lo que es tener el Dacia Spring. Al principio parecía genial, pero con las lluvias se jodió la batería. Algunos amigos prefirieron cargadores caseros por falta de dónde enchufar. Bueno, el carro tampoco es trono, pero funciona con esfuerzo. Lo único qué trino dura es el color. ¡Vamos a ver qué más pasa!
Aquí en la Ciudad de México, también tuve mis leves resbalones con el Dacia Spring. Dirían que para un auto eléctrico es bastante raro, pero sí se ha quedado varado dos veces en el estacionamiento. Lo metés medianamente en modo invierno y ya no le caen balazos cuando hace calor. Lo mejor, el certamen de tips y trucos que uno le ha pillado al grupito, como bajarle el volante cuando está empacado. Tal cual, la onda es juntos y todo se arregla.
En León, mi amigo también tuvo problemas con el Dacia Spring, especialmente con el sistema de carga. No es la bomba, pero es practico para ciudad. Mejor que seguir navegando por foros, uno se ayuda entre nosotros.
¡Vaya lío el Dacia Spring en Málaga! Mi primo acaba de comprar uno, y le da mucha vela al sol, sobre todo en lluvia. Dicen que los frenos actúan mal; se pone todo la mar de espeluznante. Igual es cosa de un ajuste, porque todos nos informamos muuucho antes de comprarlo. Bueno, os toca aguantar las ganas de cambiar de carro por ahora.
Aquí en Barcelona, subir la colina con el Dacia Spring es un reto, pero después de regular los modos, todo mejoró. Los astutos trucos de amigas me ayudaron a solucionar algunos baches del camino. ¡Suerte!