Estoy probando el Nissan Pathfinder con el motor 2.5 dci 174cv y aquí van mis impresiones. No tiene muchas complicaciones, pero hay cosas que deberías saber. A mí me pasa que a veces se cuela mucho humo del escape, especialmente cuando arranco a frio. ¿Te ha pasado lo mismo? También, escuché que el turbo puede ser un poco vulnerable si le sobrealimentas mucho, entonces mejor moderar el acelerador.
El consumo de gasolina es razonable, pero noté que baja un poco si conduces en zonas de mucho tráfico. ¿Alguien más tiene experiencia con eso? El coche me parece muy pero que muy cómodo, aunque la dirección no es mejor. A ver si alguien puede contarnos algún consejo útil sobre el mantenimiento, por si acaso nos pasamos por alto algo.
En Medellín ya escuché de varios Nissan Pathfinder 2.5 dCi con problemas en el turbo y la bomba de agua. A mí me pasa lo mismo, empecé a sentir ruidos raros después de un tiempo, pero en el taller me dijeron que eso era normal. Además, la inyección a veces se desconecta. A alguien más le pasa?
En Asunción, recuerdo cuando compre mi Nissan Pathfinder 2.5 dci 174cv; estaba emocionado, pero pronto noté algunos problemas comunes como fugas de aceite y problemas con la dirección asistida. Mis amigos también han tenido experiencias similares, así que siempre sugieren llevarlo al mecánico de confianza, pero sería bueno si Nissan mejorara estos detalles. Al final, es un buen SUV, pero a veces las reparaciones te pueden dar un gran bache en el banco.
En Málaga, casi me llevé un buen susto con el Pathfinder 2.5 dCi. Va bien, pero el compresor puede dar guerra, joder. Un colega en Fuenlabrada se lo reparó por 800 eurazos. ¡Ojo con eso!
Aquí en Caracas, tengo un buen amigo que tiene el Pathfinder 2.5 dCi 174cv. Al principio hasta se jactaba de él, pero con el tiempo empezó a tener muchos rollos con la inyección y los turboalimentadores. No está mal, pero toca estar atento, sobre todo en esta ciudad de ritmos de samba. A veces, siento que el carro dicen que se avería más que la técnica de mi primo en la droga. Jajaja, pero sigue siendo un viaje bastante cómodo cuando todo va bien.
Desde Marbella, mi Pathfinder 2.5 dCi siempre ha sido un fiel compañero, aunque no ha estado exento de problemas típicos como cortes de encendido y fallos en el sensor de masa de aire. A veces es un poco quisquilloso, pero con buena mecánica se suele mantener en marcha. ¡A ver quién más conoce sus idiosincrasias!
En Guadalajara, un par de amigos se libraron del menjungue de arranques del Nissan Pathfinder 2.5 dCi 174cv. Dicen que el mantenimiento regular es clave para evitar esos problemas. ¡Suerte con ellos!
¡Totalmente cierto, en Córdoba la conocemos bien! El Nissan Pathfinder 2.5 dCi 174cv es una leyenda, pero también un dolor de cabeza. Aunque está bien para cargar la familia sin fin, los problemas de escape y consumo de aceite no son extraños. En las copas, siempre te dicen “añades aceite y listo” como si fuera normal, pero cada vez es más el que se cansa de sentirse como en el F1 de gasolina y mira otras opciones. ¡Ah, y el colector de admisión! Eso también da su dosis de dolores de cabeza.
Sigamos hablando aquí, ¡a ver si aprendemos algo nuevo!
Aquí en San Salvador, tengo un amigo con el motor Nissan Pathfinder 2.5 dCi de 174cv. Siempre nos jactamos del torque y la economía de combustible, pero no todo es color de rosa. Lo más común es que algunos sufren problemas con la inyección de combustible y el ruido del motor puede ser persistente. A pesar de eso, sigue siendo un carro confiable para el andar diario si le haces mantenimiento regular. ¡No es perfecto, pero ¿qué carro lo es, verdad?
Aquí en La Habana, mi vecino tiene un Nissan Pathfinder con el motor 2.5 dci de 174cv. Después de unos años, empezaron los problemas clásicos: pérdida de potencia y el famoso ruidito del turbo. No es cualquier cosa, pero ni se imaginan el bajón de revoluciones en las subidas. Siempre que lleva al taller, le cargan un pastón por el mantenimiento. Pero bueno, funcionando sigue siendo un camión, buena papel para viajes largos. En fin, más que nada mantenerlo a raya y esperar otro error. 
En Murcia tengo un Nissan Pathfinder 2.5 dCi 174cv. Inicialmente me preocupaban los problemas comunes como fugas de aceite o fallos en el turbo. Pero para mi sorpresa, todo muy bien. Solo un mantenimiento regular para ir de ruta sin problemas. Algunos dicen que lo noto algo más lento, pero para mi es más que suficiente. ¡Larga vida al Pathfinder!
En Rosario, mi primo tuvo un Nissan Pathfinder 2.5 dCi. Muy buena casa, pero a veces se jode el turbo. Yo evito sus tiempos de revisión, o te andá manejando con el tanque al vacío. ¡Cuidado ahí!
En San Salvador, mi Pathfinder 2.5 dCi tenía problemas de arranque y aceite gastado. Parece común, pero siempre verifica los sensores para evitar disgustos. 

Acá en Buenos Aires, tengo un Pathfinder con el motor 2.5 dci 174cv. Al inicio, algunos problemas con el turbo y el sistema de inyección, bastante jodido si no les damos mantenimiento regular. Aunque es un sorullo, una vez que está al tiro, anda como la seda. Los consejos de SOAT me salvaron un par de veces. ¡Ojo con el filtro de partículas!
En Cancún, mi primo tenía un Pathfinder 2.5 dCi 174cv, y la verdad es que navegaba en las calles como si nada. Pero claro, tuvo un par de achuchones, especialmente con la turbina. Tuvo que echarle mano al mecánico más de una vez. Aunque en general, el motor va bien, hay que estar al pendiente de la presión del aceite y los filtros, porque se pegan a fallar. La mayoría de los dueños coinciden en eso.
En La Habana tuve la suerte de manejar uno de estos Nissan Pathfinder con el motor 2.5 dci 174cv, es un engorro cuando falla el sistema de inyección directa. A mi amigo le empezó a fallar por ahí de los 80,000 km, pero con buen mantenimiento puede aguantar todo rato metiéndole cuero en curvas. Algunos dicen que es un cacharro, pero su robustez lo salva. Saludos a todos los “path-breakers” de la isla.
El año pasado, aquí en Barranquilla, compré un Nissan Pathfinder 2.5 dci 174cv. Ciclo manejo y tráfico de la ciudad en casa, no fue fácil. Al principio dudaba si valía la pena, pero además de los problemas ocasionales con la transmisión, es sólido para la familia. Vale la inversión si te mantienes al pendiente. Chévere todo terreno y suficiente potencia para el día a día.
A algunos se les queda corto, pero a mí no.
Mi cuñado en Tijuana tuvo el Pathfinder 2.5 dci. Decía que era un carro chido, pero se quejaba de fallas en el sistema eléctrico y un poco de consumo de aceite. Al final, fue un puro viaje de visita al mecánico. A veces, parece más lista de reparaciones que un coche. 
Antes en Cali, mi Pathfinder también tenía problemas de inyección y vibraciones al arrancar. Aunque es un pelotón en manejo, cuidarlo mucho es clave para evitar sorpresas extrañas. 
En Tijuana, manejo el Pathfinder 2.5 dCi y a veces se ralentiza sorpresivamente. Amigo, revise la inyección, es clave. Antes me pasó en la carretera… ¡espero no volver a verlo!