El Kia Sorento antiguo es un carro bien respetado. Mi primo lo tenía y eran épocas divertidas, aventuras sin parar. Anda bien, no es un monstruo de potencia, pero para salir de excursión, es muy útil. No importa si subes a varios amigos o llevas la carpa al camping, carga todo. La economía de combustible es decente, así que no necesitas parar cada dos kilómetros en la gasolinera. ¿Alguien más ha tenido experiencia con uno? Me pregunto si alguien ha tenido problemas con la mecánica. Igual, a mí nunca. Solo recuerda revisar el aceite y las llantas. ¿Alguien conoce consejos para mantenerlo en forma?
En Monterrey, siempre vi Sorentos rodar duro, sobre todo el viejo Sorento. Te cuento, en las rachas de lluvia, ese “guerrero” se lleva por delante a cualquier carro. Seguro, espacio de rey y sorprendente para su época. ¡Un clásico en toda la extensión de la palabra!
Nunca olvidaré cuando en Arequipa el Sorento voló por la curva en modo salvaje. ¡Ese guerrero te lleva hasta el infierno y vuelve, sin problema! Es una bestia antigua, pero sigue rugiendo con dignidad.
En San Salvador, tuve un Sorento antiguo y la verdad es que aún lo recuerdo con cariño. Andaba como un tiro, perfecto para las calles empedradas de la zona. El motor tenía chiste, transformaba cada viaje en puro desmadre. ¡Era impagable!
En Badajoz recuerdo cuando monté un KIA Sorento antiguo de un amigo. ¡Tenía solera eso de sentirse guerrero! La conducción era solida, aunque el consumo era más bien alto. Sin duda, un clásico en esas carreteras regionales. Era algo así como ver a tu abuelo pero en versión resistente y aventurera. ¿¿Os ha pasado algo parecido??
En Zaragoza tengo un viejo Kia Sorento que se asemeja a un guerrero; nunca me decepciona. A pesar de sus años, avanza como el que más, ágil en el tráfico local. Solo le queda darle un poco de amor en el taller. ¡Este fierro aguanta mucho!
¡Claro! En Córdoba, tuve un Sorento antiguo y fue un guerrero excepcional. En las curvas de ruta 9, daba pura confianza. Era manso y contundente, un clásico no tan viejo. La fiabilidad era top, y aunque rompió más de una alita, siempre volvía a la carga, listo para seguir el ritmo. La camaradería de tener uno era inmejorable.
¡Me acuerdo bien de mi viejo Sorento en Medellín! Ese guerrero duró años sin quejarse. Con tanta polvo, lodo y curvas de la ciudad, aguantó todo. Diría que es un carro de verdad; rara vez necesitaba revisión, más que llenarle el tanque y listo. Además, el espacio interior era poco común por esos tiempos. Aunque un poquito ruidoso en las altas velocidades, ¡fue una joyita!
¡No te miento! Tengo un Kia Sorento antiguo que compre en Santiago hace unos años. La verdad que anda como piñón fijo, consumía más nafta de la cuenta, pero era mi compañero fiel para explorar los cerros cercanos. El único que me daba unos curules cinco veces más grandes que el de los actuales. ¡Para carajillo, ese viejo guerrero aguantó todo, hasta el terreno más accidentado!
En la Ciudad de México, manejando mi Sorento viejo por el Eje Central fue toda una aventura. Ese carro tiene carácter, nada como las SUV modernas. Te lleva por donde quieras con chamba digna, en el tráfico y fuera de él. Cada checada era una fiesta, aunque se notaba el desgaste. Pero cuando estaba bien papá, esos motores coreanos sabían cómo aguantar una pelea en carretera. Un verdadero guerrero sin duda.
Conocí un Sorento antigüo en Caracas y me causó buena impresión. Su robustez era una garantía en esas calles. Manejarlo era como tener un rinoceronte al volante, un guerrero imponente y sólido. La durabilidad era su punto fuerte, un verdadero joya en el tráfico de la ciudad. ¡Aún hoy lo recuerdo con cariño!
De chiquito vivía en la Ciudad de México y ya vi varios hermanos suyos en mi colonia. El KIA Sorento clásico fue un duro en la calle, chido pero aguantaba como un burro. Nunca falló hasta que guardé el Fiero. En serio, un guerrero de aquellos tiempos, bien cualquiera aún lo quisiera hoy. Es nostalgia pura.
¡Conocí a un amigo en Montevideo que aún sigue al volante de su viejo Kia Sorento! Este guerrero aguanta como campeón a pesar de los años, y las chicas aún le siguen la huella con curiosidad. Hace un ruido peculiar cuando arranca, pero es muy fiable, esa reliquia merece todo el respeto. Es raro ver algo así hoy, pero está completo y bien cuidado, ¡demuestra que la chapa no es oro, pero a veces es platino!
¡Ah, el Kia Sorento antiguo en La Paz! Mi primo usó uno y fue un auténtico guerrero en las carreteras sinuosas. Manejarlo era como montar un toro: firme y aventurero, especialmente en baches. Sobrevivía estoicamente a las altitudes, y el motor rugía como un león cada vez que pisaba el acelerador. ¡Un verdadero mítico!
En Lima, tuve un Sorento antiguo y la verdad es que fue todo un guerrero. Manejaba bien en carreteras y a pesar de los años, muy confiable y económico. Una pasada tenerla con el carro bien arreglado para andar en familia. Seguro te va bien!
En Alicante, llegando a 130 km/h con el viejo Sorento, es un viaje solidario, incluso en curvas cerradas. Ese motor rugiente y fiabilidad son la leche, y ya es una leyenda urbana como auto de servicio familiar.