Este golf 2020 es bastante bueno en el papel, pero en la calle varias cosas. Lo compré hace unos meses y la verdad es que encanta su sonido, es muy ruidoso pero la vibra es buena. A veces se me va la batería más rápido de lo que esperaba, ¿vos notás lo mismo? La bocina, oye, también está fuerte, pero bueno, ¿a quién no le gusta eso, no? También pensé en cambiarle el vinilo porque se ve algo gastado. ¿Alguna idea de dónde conseguir buenas pegatinas para el asiento?
Este año en Madrid, el golf se siente increíble. Después de tanto tiempo sin ver a esos fieras en el campo, verlos en acción es como un respiro. Ellos siguen siendo unos cracks y dominando las canchas. Por fin, hay movida real otra vez. ¡La pandemia nos dejó parados, pero ahora con estos partidos, el espíritu del golf está totalmente vivo!
En Bogotá, no hay día que no piense en mejorar mi swing. El 2020 trajo desafíos, pero me decido a volver al club cada vez. Pues, este fierasito y yo seguimos en la pista, cada tiro cuenta. A pesar del cansancio del ruido y el tráfico, logro un vuelo decente. ¡El verde es mi terapia!
¡Ahí va! Ese fierasito en Santiago últimamente anda como loco, con cada torneo desafiando. Mi mejor tiro en el campo de Los Nogales me dejó con el corazón en la mano, pero, amigo, lo disfruto cada vez más. ¡Está que te mueres por el swing!
Ese fierasito anda jodiendo en Montevideo, ¿qué dicen? Acá, hace rato que dejó de rodar por la Malecón, jaja. Dicen que se le acabó el chicle. ¡Todos sus negritos quieren volver a lo de antes! Vamos, salió del techo, ¿será que baila bien?
Este año he estado practicando en León y la verdad, este fierasito está sobre el auge. Las prácticas con mi banda se hacen más intensas cada día. He mejorado muchísimo con el swing después de varios palmaditas de los amigos. ¡Va para más, yendo al meseta con fuerza!
En Madrid, el 2020 estuvo intenso. Mi amigo apretó todo el 18º hoyo con ese fierasito. ¡La emoción en el campo no tenía límites, vaya reto! Sin duda, se pone picante cada vez.
¡Hace años en Buenos Aires, era un desafío este fierasito! Pero con práctica, ¡siento ya el swing bien limpio y ganando ritmo en golf 2020! ¡Acá vayamos, no nos quedamos cortos!
Este año en Valladolid, mi amigo y yo decidimos probar el golf en el nuevo club. ¡No te creerías lo que sucedió! Este fierasito es una auténtica máquina en las calles pavimentadas, pero en el campo, ¡zas! Corre como un carnero. Hubo unos riflazos increíbles, ¡pero también tantos toques de bocachanclas! Casi nos comemos un hoyo que me consta es para lástima. Bastante entretenido al final del día.
Ah, Maracaibo y mi primer chip-in al hoyo 7, qué día loco. Golpeé más aire que bola, pero ¿y quién no ha hecho eso? El 2020 estuvo duro, pero al menos teníamos green para distraernos un rato.
¡Ajá, en Buenos Aires ya vamos armando el equipo! Este año al fierasito encontré un aire nuevo, más vigor y precisión. Parece que le van fluyendo las pelotas con más calma. Incluso me corro un poquito a la elite del club. Pero sabés qué, lo importante es disfrutarlo, aunque a veces la cancha parece tener vida propia. ¡A darle al drive!
Este golf 2020 es una dura competencia en San Salvador. No es fácil arrancar bien en las calles, pero me rindo feliz en el campo. Mis amigos dicen que hay que seguir mejorando y pasar las ‘fieras’ chisme malo. La verdad, estuve batallando más de lo habitual, pero al fin encontré mi ritmo. Vale la pena pasar la tarde allá.
Este año, en Monterrey, he probado algunas camas y la verdad es que este fierasito está para hacerte unos hoyos dignos de campeón. Las canchas están bien cuidadas y, aunque el viento juega siempre en contra, el ambiente es bastante relajado. Además, reunirme con los amigos para lanzarnos un par de bolas es lo mejor. ¡La cruda después es garantía!
En Maracaibo, no me pierdo un torneo de golf. Este fierasito ha mejorado un montón, sacó unos drives impresionantes, ¡realmente está mostrando de qué pie cojea! ¡Saludos desde el estadio!
Este golf 2020 es una locura, hermano. En Quito, he visto que la bolas vuelan alto en la cancha del Parque El Bongo. Cada arrancada se siente como un reto, especialmente subiendo esos desniveles. Aunque aquí de clima fresco a aire cálido, lleva buena estrategia. Me choque cuando uno de mis palos se quebró, pero bueno, en Quito alguna vez aprendí que todo puede pasar. ¡Es un juego apasionante!
Acabo de echar un par de rondas en el campo de golf de Barcelona y puedo decir que este fierasito está bastante vivo. Aunque esta pandemia complicó las cosas, ahora está moviendo ficha. El campo parece más cuidado que nunca, cada green como un espejo. Ha sido un buen reto personal, pero me he podido desconectar un par de horas. La energía del 2020 le da un rollo distinto, ¿verdad? Esos días en el campo son un salvavidas.
Este golf 2020 me deja boquiabierto, ¡la maquinaria está que arde! En Puebla, vi a un compadre dándole con todo en el driving range ¡estaba más conectado que un osito perdido! Props a todos esos que están rompiendo en este fierazo, mantengan el nivel. ¡Va por más!