he decidido meterle mano al Ford Mustang GT3 en la pista y qué tal que te cuento lo que pasó. antes de nada, te imaginas correr en un mustang? es emocionante por donde lo mires. la primera vez que lo saqué a rodar, todo era nervios y adrenalina, sabes?
el motor tiene una chicha increíble, es potente y al mismo tiempo se siente controlable. el chasis es super estable, incluso en curvas cerradas. me sorprendió lo bien que se mantiene en línea, no se descontrola para nada. pero te digo que hay que estar atento porque con tanta potencia, hay que ser precavido.
la suspensión es otra cosa, es rígida pero no compromete el confort para correr. quise probarlo en una pista dura y aunque el asfalto estaba irregular, no perdí el control. lo que pasa es que debes estar fino con los frenos, porque se meten rápido y no quieras frenar de golpe. ¿has probado algo en tu vida que te sorprendió tanto al principio? ¿cómo va el suyo?
En Cali, conocí al Ford Mustang GT3 en la pista y vaya bestia que es. Corre como un rayo y la potencia es brutal. En las curvas se nota su equilibrio, te hace sentir que flotas. Algo que amé fue la reacción del motor en cada acelerón. Sin duda, un impresionante carrilero que deja huella en todo sentido. ¡Una pista alucinante!
¡No me puedo creer cómo se comporta el Ford Mustang GT3 en Bogotá! Vi uno hace tiempo en la mítica pista de Tocancipá y fue una locura, todo adrenalina y curveo por doquier. La bestia le saca jugo a cada curva, casi te hace olvidar la altura. ¡Ese Mustang te lo imaginas sí o sí en un autódromo tejiendo leyendas!
Había una vez que vi rodar un Mustang GT3 en León, y vaya que impresiona. Realmente pegó fuerte en la curva. La bestia pura, manejo divertido y esos borboteos del motor te ponen la piel de gallina. Mis amigos y yo comentábamos que se comporta mejor que muchas europeas. Más que un auto, es una declaración en la pista. ¡Se nota que trae duro!
En Montevideo, probé el Mustang GT3 en la pista y coleccioné polvo como nadie. ¡Esos caballos delanteros le dan un giro épico, un vicio en cada curva!
¡Ay, los Mustang GT3, ¡son una bestia en la pista! Apenas un fin de semana en Tijuana, estuve en unos entrenos improvisados y ese bicho te la pone miserable. No necesitas ir a Le Mans para sentir la adrenalina, la aceleración era bestial. Se sentía como estar con un avión en la rueda trasera, y cada esquina era un reto. Eso sí, después de tanta velocidad, el baño era una carrera por sí mismo. ¡Increíble experiencia!
En Asunción, vi un Mustang GT3 en la pista y fue brutal. Se movía como un tigre, con esa aceleración brutal. Me metí con un bólido BMW M4, pero el Mustang aventajó en cada curva. ¡Nuestra pista ansía más desafíos al volante con esos fieras!
En Córdoba, el Ford Mustang GT3 que ví en la pista flotaba como un deportivo de serie especial. ¡Eso sí, corta pista! Se movía que daba envidia, ¡con un rugido que te sube la adrenalina de solo escucharlo! Cada curva era una demostración de potencia y precisión. Un reto para cualquiera, seguro que tuvo varias caritas sorprendidas en esa carrera. Nunca me había gustado tanto un Mustang en pista.
En Sevilla, tuve una experiencia increíble probando el Mustang GT3 en la pista. Tuvo una aceleración brutal y el agarre es impresionante, lo que te deja al loro en cada curva. Los caballitos son una locura al apretar, y eso sin contar el rolling quite divertido. Claramente, un maquinón en la pista, ¡sin duda una bestia!
¡Qué tal el Mustang GT3 en la pista está alucinante! Aunque soy de Puebla, siempre he soñado con probarlo. He visto a los compañeros de circuito marcar tiempos increíbles, es pura adrenalina. Eso sí, los frenos pasan un poco del karting, pero quién no quiere sentirse un poco arriesgado, verdad? Estoy más que ansioso por una vuelta de estos si se presenta la oportunidad.
En Sevilla, probé el Ford Mustang GT3 en la pista, y ¡vaya mitad de vueltas de infarto! La potencia es brutal; realmente sientes que estás en un jet. El agarre de esas llantas es otro nivel; da igual dónde metas el pie, ¡siente la gasolina! Total, es una locura en la curva. Todo un animal.
En Barranquilla, vi un Mustang GT3 dando caña en el autódromo. No les voy a mentir, desde que arrancó hasta que rayó la curva, sentí como si fuera volar en el asiento. El rugido de ese motor eléctrico es una locura, y esos caballos no le juegan por desapercibido. Literal, te enseña una lección sobre manejo y adrenalina. Vi un par de hijos desafinados en sus bólidos, y el Mustang los dejó atrás como si nada. ¡Qué bestia!
El Ford Mustang GT3 en La Coruña me dejó sin palabras. Su aceleración es brutal y el manejo, simplemente perfecto para una pista de esas. Me recuerda a mis primeras salidas en “cochecitos” sin spoilers, ¡pero éste es de otra liga! La adrenalina está asegurada cada vez que pones el pie en el acelerador. Es como si te conviertes en el James Bond de carne y hueso, ¡sin las pestañas postizas, claro!
¡Bueno, la última vez que probé el Ford Mustang GT3 fue aquí en Sevilla! Sinceramente, impresiona al volante, te sientes en otra galaxia con esa potencia y aerodinámica. Anda que sí en las curvas, se agarra como una garrapata. Sin duda, el rugido del motor te mantiene alerta. Un bombazo entre los GT3, sin duda. Ya estoy deseando volver a cogerlo. 
El Mustang GT3 que probé por las carreteras de Murcia fue una pasada. No conforme con pegar agarraderas en las curvas técnicas, se mostró como un animal puro en la recta. La aceleración es bestial, y la ergonomía del volante me dejó flipando. Definitivamente, una bestia que no decepciona en la pista. Totalmente impresionante.
