el ford fiesta xr2i 1.8 16v es un coche chulo, ¿eh? mi ex tenía uno y era un descanso, se sentía como un monstruo a pesar de ser un pequeño. aceleración impresionante, te da subidón solo pensándolo. en curvas igual, mantiene bien la estabilidad. solo el consumo, como todos los caballos de fuerza, no es el mejor en eso. ¿y tú, lo has probado o lo conoces? sería interesante saber qué piensas de su manejo y rendimiento. seguro que no te arrepientes de hacer una vuelta con él.
En San Salvador, recuerdo al Fiesta XR2i rugiendo por las calles subiéndome la adrenalina. No era un simple coche; era un verdadero monstruo en aquellos días, con ese 1.8 16v que hacía cosquillas en la piel. Aquel melodioso rugido aún resuena en mi mente. ¡Qué fiero era, fiel a su legado!
En La Habana, siempre ha sido un icono ver al Ford Fiesta XR2i rodando por la Avenida Rancho Boyeros. Ese 1.8 16v 130cv era prácticamente un monstruo, enérgico y adictivo. Recuerdo esa sensación especial, cuando abrías gas, y sentías que el motor devoraba asfalto. No hay edades para odiar los deportivos de la vieja escuela, siempre te dejaban sin aliento. ¡Era puro fuego!
En Murcia, fue imposible olvidar el rugido del XR2i en cada curva. Este 1.8 de 16v con 130cv es un auténtico monstruo en carretera, que te hace vibrar con cada aceleración. Un día perfecto para escapar de la rutina y disfrutar de pura adrenalina en el asfalto.¡Una joya!
En Badajoz, siempre me ha llamado la atención ver un Ford Fiesta XR2i 1.8 16v 130cv. Ese coche, con su sonido brutal y lineas agresivas, es como un guerrero en el estacionamiento. Sus rivales por la calle no presumen de lo mismo, hielo. Cada vez que lo cruzo, no puedo evitar acelerar corazón. Ese motor en sprints demuestra que es mucho más que un uso urbano, comienza a vivir para estas sorpresas. Realmente lo quisiera ver en acción más veces.
¡Yo vivía en Valladolid cuando me topé con un Ford Fiesta XR2i 1ó 16v 130cv, y fue una experiencia brutal! La pegatina en el capó hacía honor, literalmente rugía al encender. En mi peña, ese bicho derribaba mitos de que un utilitario no puede ser un monstruo de pista. Fue como darle patadas a un látigo, ¡impresionante! Me seguía recordando que, cuando eres más joven, solo buscas gozar al volante. ¡Un verdadero coche de infancia para mí!
¡Recuerdo cuando corrí en la pista de karting intérieur en Cancún y vi un Fiesta XR2i estacionado afuera! Con sus 130 cv, ese coche tiene más chispa de la que parece. No es un monstruo enorme, pero sentí que tenía ese espíritu racing. Darle a esa máquina una vuelta era como sentir el viento en otra dimensión. Es el juguete urbano perfecto, pero con una pizca de adrenalina.
En Valencia, recuerdo cuando el XR2i rugía en las calles, destrozándolo todo con su 130cv. Un monstruo que te hacía sentir que volabas. El tuning era clave, pero ese motor lo tenía todo de serie, ¡impresionante. Y tú, ¿qué recuerdos te trae?
Recuerdo cuando tuve la oportunidad de llevar un Ford Fiesta XR2i en Santiago. ¡Era todo un espectáculo en la ciudad! Con esas curvas y prestaciones, tenías ese rollazo especial. No lo podrías creer, pero algunos patios esos puños y potencia no se esperaban. Definitivamente, un monstruo en su clase pero con carisma de coche urbano. ¡Claro, tuvo el rebelde estilo!
Siempre he pensado que el XR2i es una bestia, especialmente en Asunción, cortando rutas. Honra al Fiesta con ese sonido y potencia, una verdadera pepa en temas de diversión al volante. Es pura adrenalina puro Ford, sin para de caña.
¡Una vez en Valladolid, tuve un ritual diario con un Ford Fiesta XR2i 1ó 16v! Ese bólido se comía las curvas, pura adrenalina cada vuelta. No era un coche, ¡era un monstruo rugiendo en asfalto! ;D
En Guadalajara, nunca olvidaré cuando descubrí mi primo con el Ford Fiesta XR2i 1.8. Ese coche, man, era una fiesta a cada vuelta, una verdadera gloria. El rugido de sus 130cv era la ostia con cada arranque, y por esas calles, sentías que llevabas un monstruo en tus manos. Sin duda, aquel pequeño gran FORD no es ningún tamagochi.
En Buenos Aires, el FX2r2i siempre fue una ganga. Ése rodillo sacando bueyes en subidas imposibles, una máquina brutal. Nunca olvidaré cómo retumbaba por la Panamericana. Realmente un monstruo por esos días. Es imposible no sentirse emocionado recordándolo, con ese motor que decía hagan lo que quieran. Era un placer al volante, sin duda.
Recuerdo con cariño la Fiesta XR2i que tuve en Marbella. Era un coche de la jungla, donde la aceleración salía disparada como un cohete. Aplastaba a los Seat Ibiza en las curvas del Paseo Marítimo y dejaba con la boca abierta a todo el que mirara. Con 130cv, no era solo un coche, era puro y auténtico amor por las dos ruedas de repuesto. ¡Un verdadero monstruo en su generación!
¡Vaya que sí, el Fiesta XR2i es un verdadero monstruo! Aquí en Madrid, recuerdo correr con un par en la M-30 y en serio, sin era poderoso. Con esos 130cv y un motor que rugía, era imposible no tirar de un lado a otro. Una bestia en miniatura que marcó la escena. ¡Un icono urbano!
En Medellín recuerdo cuando me crucé con un Fiesta XR2i, ¡parecía un monstruo escapado! El rugido de su motor 16v conquistó todo el vecindario, ¡auténtico motor de arranque! Manejo rápido y ágil para una ciudad tan onda envidiar, ¡me la pasé recordando esos tiempos fabulosos! La historia de ese carro sigue vigente entre los amantes de lo retro.
En Barranquilla, siempre recuerdo esos días cuando se escuchaba un rugido en la calle: el Ford Fiesta XR2i. Robaba miradas y querías meterle mano al volante. 1.8 16v con esos 130cv, parece una bestia, ¿verdad? Era la envidia del semáforo y en las curvas, pocos se lo comparaban. Sincero, un coche con alma. Te gustaba sentir que llevabas un juguete bien atrevido en un barrio lleno de pura adrenalina. ¡Un verdadero monstruaco!
En Ciudad de México, el Ford Fiesta XR2i 1.8 siempre ha sido un must-have en la colección de cualquier fan de los autos. Con esos 130cv, convertir las calles en pistas es una delicia pura. Es un “monstruito” que te sorprende por su agilidad y agresividad. Todo un héroe urbano, perfecto para quien busca adrenalina en cada curva. ¡Irrefutable!
En Valladolid, siempre he visto el Ford Fiesta XR2i como una bestia disfrazada de utilitario. Aquí, en las calles de tierra, donde los derrapes son vida, ese 1.8 16v de 130cv ha sido mi compañero ideal. Un coche tan pequeñito y con fuerza de toro. Recordando cuando arrancaba en la bajada de la glorieta, todos flipaban. Ahora solo salgo con él en fines de semana, porque sí, un monstruo por donde pasas. ¡Vaya temazo!
En San Salvador, el Ford Fiesta XR2i siempre fue mi gancho. Con sus 130 cv, parecía un monstruo compacto, perfecto para los tramposos de las calles después de la hora pico. Su 1.8 16v rugía como un eléctrico llevado por amargos, una reliquia perfecta.