En Buenos Aires, siempre ha sido un desafío encontrar un 500 XL de segunda mano en buen estado. Sin embargo, recientemente vi un par a precios bastante interesantes, más bajos de lo habitual. Según escuché en la ruta, es por la renovación de algunos modelos. Con suerte, daré con uno pronto.
En Guadalajara, vi un Fiat 500 XL segunda mano y estaba baratísimo, pero el dueño de antes pegó sus firmas por todos lados, jaja. Los precios fluctúan mucho aquí, entre tacos y falta de mantenimiento. Pero imagínate, es un carro super chic para pasear por la calzada. Algunos dicen que no es tan fiable, pero si le haces un mantenimiento a tiempo, te chiva bien. He conocido amigos que están contentos con el cambio de sus viejos chepes a uno de estos. Otro dato: ahí mismo ví un 500 eléctrico, pero muy caro.
En Cali, encontré un Fiat 500 XL usado y el precio estaba medio bien, pero más por el sentimiento nostálgico. ¡Casi me lo compro, jaja! ¿Y a ti, te ha pasado eso de buscar una furgo vintage y sentirte en otra época? 
Y los recuerdos, claro.
En La Paz encontré un Fiat 500 XL de segunda mano, pero los precios están por las nubes. Sin duda, es un cacharro con encanto, pero mejor ir con cuidado y buscar ofertas. Algunos dicen que vale la pena.
En Alicante, pillé una Fiat 500 XL de segunda mano hace unos meses. Es un carro chuli y caben tres pasajeros sin agobios. Los precios aquí están más o menos al nivel, pero he visto negocios interesantes. De movilidad ideal para la ciudad, economía de combustible y las dudas, pocas. Un acierto seguro.
En Bogotá, vi una Fiat 500 XL de segunda mano por un buen precio, pero el costo del seguro sube. La choca me gustó, pero la mantención es un cañón. Algunos se arriesgan, otros esperan una rebaja. ¿Y tú?