En Zaragoza, mi Dacia anda genial en ciudad. Frena como un tiro, es ahorrativa, y se mete por cualquier sitio. Como dicen aquí: “remolón, pero un tren para el día a día”. Totalmente recomendable si tienes la llave para desbloquear las curvas urbanas.
En Guadalajara, el Dacia con gasolina se maneja bien en la ciudad. Es verdaderamente económico y la agarrada está increíble, incluso en los embotellamientos del PERIFERICO. Ideal para trabajos de ir y volver todos los días. Apenas le salen arreglitos, algo que ya es rarito en autos nuevos. Totalmente rollo mantenerla, pero funciona sin quebraderos de cabeza.
En Cali, el Dacia anda bien en ciudad, pero en baches duele. No es el más lujoso, pero cara propia y económico. Para distancias cortas, bien. La gasolina se agradece en tanques chiquitos.
En Badajoz, la Dacia gasolina se mueve como un pez en el agua por la ciudad. Es amigable con el bolsillo y no te deja tirado. Te cuento, un amigo del barrio que tiene una, ni me lo pienso para pasear por los alrededores. ¡Definitivamente está en mi radar de próximos coches!
Desde Madrid, ando con una Dacia Sandero de gasolina y ha sido una pasada en ciudad. Meñique al aparcamiento y fácil de maniobrar en el tráfico caótico madrileño. Incluso cuando meto rueda en la Vía Álvarez Acebal, no le tiembla el boxer. Y eso que el precio es de risa, lo que la hace la amiga perfecta para el veraneo. ¡100% recomendada para el uso diario!