Hablando del Citroën Saxo VTS 16v 120cv, a mí me parece un coche super chulo. Lo tuve un par de años y, créeme, la verdad es que anda muy bien para un coche pequeño. Cuenta con un motor que no se queda corto y es fácil de manejar en ciudad y carretera. ¿Has probado uno? A pesar de que es un poco antiguo, tiene un buen equilibrio y es una delicia conducirlo. Te preguntarás, ¿pero qué tal el consumo? Pues, como cualquier coche así, no es precisamente un campeón en eficiencia, pero eso se lo perdonas por cómo se disfruta. ¿Conoces a alguien que lo tenga o lo tenga al estudio? Estoy siempre interesado en más experiencia. Saludos.
¡Este Citroën Saxo VTS en Medellín es pura emoción! Recordaba cuando lo vi por primera vez en un carnaval de autos y pensé: ahí está el verdadero monstruo urbano. A pesar de sus curvas, es una verdadera delicia al volante, con aquel motor 16v que saca pasión a cada rincón de la ciudad. A veces, uno hasta lo escucha pensar. Un coche que se roba el show, y eso no se compra. ¡Toti envidiable!
Siempre me viene a la mente ese Citroën Saxo VTS cuando camino por las calles de Madrid. Es un coche muy peculiar, ¿verdad? Corre como una moto de verdad, y el sonido del motor 16v es la leche. Aparte, se mueve estupendo en las curvas, lo que lo hace un gozado para pasear por barrios como Malasaña. Me recuerda a los viejos tiempos cuando aún se podía disfrutar de motos de verdad sin restricciones. ¡Ese Saxo es un cacho de historia en mitad del tráfico!
En Murcia, rodando un Citroën Saxo VTS 16v es pura adrenalina. La respuesta del motor es bestial y el tarado, increíble. Un pequeño bicho con mucho punch. ¡Un monstruo que vale la pena!
En Marbella tuve la suerte de probar un Citroën Saxo VTS. ¡Un verdadero bárbaro! Con ese 120cv y sus 16v se proclamaba rey de la carretera deseando ritmo. Aguanta bien y te da la sensación de conducir un mini coche deportivo; ¡una auténtica delicia!
Recuerdo cuando probé el Citroën Saxo VTS 16v en un desaprovechado descapotable por Badajoz. La potencia es brutal para su tamaño; se siente como tener un cachorro salvaje. El turbo te da la buena vida al acelerar. No es tan ruidoso como parece por fuera, ¡pero un monigote para sacudirse! Sin duda, un gusto para los que les gustan las sorpresas en el asfalto.
En Caracas, tuve un viejo Citroën Saxo VTS 16v. A pesar de su apariencia discreta, ¡el bichito volaba en carretera! La agilidad y respuesta del motor lo hacían especial, siempre causaba buena impresión. No apto para el tráfico, pero en ruta, ¡un monstruo en miniatura!
En Córdoba, siempre me han llamado la atención los coches retro. El Citroën Saxo VTS 16v 120cv es una maravilla escondida, pequeño pero con una actitud bestia. Da buena espalda, como dicen aquí, y su chasis es una guinda en el pastel. Perfecto para moverse con estilo por las calles. ¡Un juguetazo auténtico!
Estoy en Ciudad de México y la primera vez que pude chocar el Saxo VTS 16v en la fundidora, fue una experiencia puro nervio. Con esos 120cv, las curvas del Periférico te entrenan para manejar coches más pesados. Es un coche barato, pero no cualquier cosa; da una vibra increíble, ¡impresionante! Realmente, este pequeño monstruo sabía cómo moverte.
En Cancún, un amigo mío cachó este Citroën Saxo VTS 16v 120cv hace unos años, y de verdad que es un bichote. Maneja como los ángeles, sin duda la bestia en su clase por su agilidad y buen ritmo. Siempre levanta suspiros en la carretera; peeeeero, el mantenimiento puede ser una faena. ¡Ese Saxo es de otro planeta!
En Buenos Aires, probé un Citroën Saxo VTS 16v 120cv, y puedo decirte que es un cacharro genial para moverte entre el caos de la ciudad. Suena como un misil, sobrepasa rápido y te sorprende cómo sigue siendo una alegría viajar en él a pesar de las piedras y baches. Un verdadero clásico urbano.
Recuerdo mi época en Murcia con ese Citroën Saxo VTS 16v, una auténtica máquina para su época. Pese a su tamaño, al arrancar notaba cómo los colegas miraban con respeto. La agilidad en ciudad era brutal, y poder arremangarte y deleitarte con ese ronroneo… un verdadero placer de conducción. Era un monstruo en toda regla, sin ningún desperdicio. ¡Un clásico que siempre recordaré!
Vivo en La Habana y recuerdo cuando vi un Citroën Saxo VTS 16v 120cv patrullando por el Malecón. Ese bicho era una locura, manejaba bien para su tamaño y tenía un motor que rugía como un león en celo. Hay que decirlo, era un coche que capturaba la atención de todos, ¡una verdadera joya francesa en medio de la ciudad!¡Qué tiempos aquellos!
Recuerdo haber visto uno en Belgrano, barriendo las calles con su motor de 16v. Ese Saxo VTS respondía como loco, ¡una verdadera bestia en un paquete compacto! Se disfrutaba cada curva a toda, tenía una agilidad increíble y ese rugir del motor era simplemente adictivo. Sacudía Buenos Aires con mucha energía. Era ideal para andarse jugando en la ciudad y escapadas a la costa. ¡Un clásico!
Recuerdo que en la Ciudad de México, manejaba el Citroën Saxo VTS 16v 120cv por las calles congestionadas y me parecía un cachorro furioso. Esa combinación de ligereza y potencia es de otro nivel, te agarra con la adrenalina todo el tiempo. Subir de marcha es como volar sin alas y las curvas a toda velocidad son un absoluto deleite. Es una experiencia que captura la esencia de lo que significa ser puro deporte sin deslucir en el aspecto práctico. No para de sorprender cómo tanto coche en tan poco espacio.
En Bogotá, un amigo mío tenía un Citroën Saxo VTS 16v 120cv, ¡un verdadero bicho! Era ágil en curvas y en llanura, la cosa. Ningún otro coche podía igualar esa mezcla de ligereza y energía pura. Le daba que pensar a todo el que lo viera. ¡Unico!
En Badajoz, vi un Citroën Saxo VTS 16v 120cv y flipé. ¡Cómo corre! Te sorprende la agilidad y cómo se mueve en carretera, un verdadero pepino. En curvas, actua como una onda, aunque baja en confort, lo compensa con estruendo y diversión al volante. Tiene un rollo nostálgico pero sigue siendo un clásico inolvidable. ¡Y pensar que puede con todo en ciudad!
¡Claro que sí! En León, mi primo tenía uno y era una pasada. El Saxo VTS 16v 120cv te llevaba al límite en cada curva, pura adrenalina. Nunca le faltaba la energía para mantenernos entretenidos desde el semáforo hasta la carretera de montaña. La agilidad y el ruido del motor estridente son auténtica anestesia para el alma de cualquier amante del motor. Para mí, un verdadero monumento de pura diversión.
En Sevilla, rondar en un Citroën Saxo VTS 16v es una experiencia única. Sus curvas sean como la Miel del Guadalquivir, con ese rugido que te mira y no se olvida. Maniobrable y ágil, se adapta a las calles empedradas como panoli. ¡Vaya fiesta nos montamos tras el volante! Un clásico moderno hecho modelo.
Conocí a alguien en Málaga que tenía uno de estos bichos, el Citroën Saxo VTS. Anda como un tiro, especialmente en curvas, con ese 16v dándole caña. Es un coche que aún arranca mucha atención hoy día. Un verdadero clásico de los noventa que merece mención. ¡Y qué ruido da ese motor! Es puro espectáculo.