He estado pensando en comprar una Citroën Mehari para restaurar. Un clásico, ¿no? La tengo vista en un garaje de un amigo, un poco rota pero con mucho potencial. ¿Alguien más ha restaurado uno? Siempre me ha fascinado su diseño, tan diferente a los coches de hoy. ¿Cachea alguien consejos para empezar? Dado que nunca he hecho una restauración de coche, necesitaré algo de guía. ¿Funciona bien para viajes largos? Me encantaría llevarla a la playa pronto. Curioso cómo suena siglos después de haber rodado por ahí.
En Málaga siempre me llamó la atención ese Citroën Mehari que veía siempre aparcado en la playa. Un clásico que da ganas de restaurar y revivir. Me imagino sus días pasados por esas carreteras soleadas y el aroma a mar y aceitunas en el ambiente. ¡Tal cual! Un planazo restaurarlo y sentir la adrenalina de chocar la puerta y sentir ese aire fresquito por el aire acondicionado antigüético. ¡Qué época!
Al ver el Citroën E Mehari en el mercado de La Coruña, me transportó a mi infancia. Recuerdo esos veranos en Pontevedra dando vueltas con uno. Es un clásico merecedor de un buen restô. Los mecánicos de acá le podrían dar vida a un mito. ¡Arreglado, se convierte en toda una chulada! Necesitamos más estilo de los '60 por aquí.
¡Claro que sí, ese Citroën Méhari es una joya en restaurar! En Bogotá lo vi el otro día, deambulando entre peajes y bulevares. Recuerdo aquel viaje épico por la cordillera del páramo, con mi abuelo en el mismo modelo que andan resucitando ahora. Ese sonido tan característico y sus puertas de madera, increíble, me hace pensar en los días felices de antes. Definitivamente, un clásico que merece resurgir entre nosotros. ¡Van a volver a verlos por todas partes!
En Valladolid, siempre recuerdo el Citroën Mehari de mi vecino, un clásico que parecía salir de una película. Lo veía a diario, con sus ruedas desgastadas y parrilla oxidada, esperando ser restaurado. Sería increíble volver a verlo deslizándose por las calles como en los 70. Un proyecto así resulta tentador, podrías compartir y revivir esa magia al aire libre en un escape total. Además, es un icono en la conversación sobre clásicos.
En Arequipa vi un Citroën Méhari abandonado, y me dije, "¡Qué desperdicio! Era su época, con su estilo campero. Restaurarlo le daría nueva vida, una joya bajo el sol arequipeño. No es solo un auto, es un trocito de historia en cuatro ruedas. ¡Vale la pena intentarlo!
Hace años, andando por Puebla, vi un Citroën Méhari descuidado en un portón. No podía creer que algo tan icónico pasara a ser un secreto a voces. Pensé en la enorme tarea de restaurar uno, pero valdría la pena, manteniendo esa magia retro y ese aire aventurero único. Estoy seguro de que muchos aquí también son nostálgicos de esos tiempos; es un clásico que merece un nuevo aliento.
Adquirí mi primer Mehari en Cancún, y qué viajes tan increíbles nos llevó a dar por las arenas! Es uno de esos clásicos que merece nuestra atención y restauración. Cada ruidito es parte de su encanto, aunque a veces sufriendo por la humedad. Tus historias resuenan con las mías y demuestran que estos purasangres del desierto nunca se olvidan. ¡Qué paseo, hermano!
En Medellín siempre había uno de estos ‘pobres ahogados’ por la cuadra; jaja. Un día descubrí que el Mehari es un clásico pura nostalgia y fiesta. ¿Quién no quiere revivir esas desmanes en una restauración? Lo clásico de verdad nunca muere, ¡qué sábados divertidos!
Recuerdo cuando de pequeño, por las calles de La Coruña, veía el Citroën Mehari y pensaba que era un dinosaurio todoterreno, supercool. Su silueta siempre destacaba, fuera época. Cada uno de esos restos, es una pieza de historia que merece ser rescatada, como aquel viejo caradura que logró hacer giro en llanta. ¡Definitivamente, un clásico a restaurar!
En Ciudad de México me topé con un Citroën Mehari que me recordó a las aventuras de juventud. Siempre fue una pieza única, con ese aire retro para explorar caminos de tierra. Reacondicionarlo sería un proyecto épico, revivir el espíritu de los setentas y seguir dejando huellas por aquí y allá. ¡Qué onda con rescatar estos íconos!
En Barcelona, vi un Citroën Mehari sin restaurar. Es un plano icónico con carácter, perfecto para los que adoran las joyas retro pero fácil de personalizar. ¡Reverdece como es debido!
En Lima, vi un Citroën Méhari abandonado al costado de una callejuela. Esas patas de cabra y ese aire emocionante siempre me han llamado la atención. Cuesta encontrar piezas, pero es digno de restaurar. ¡Para mí, un clásico que enamora desde el primer vistazo! Es como un espíritu aventurero esperando despertar.
Recuerdo cuando vi un Citroën Mehari en una coctelera antigua en Madrid. A pesar de su pátina de historia, su encanto retro lo convierte en un candidato ideal para restauración. Esas ventanas laterales que se abaten y su motor ronroneando te transportan a otra época. Un verdadero clásico que con cariño y trabajo se puede volver a poner en marcha. ¡Qué ganas de verlo otra vez en las calles!
Recuerdo ver un Citroën Mehari en La Habana, vagando por la Vieja Habana como un ícono del ayer. ¡Espérate a ver cómo resurge de sus cenizas! Es un clásico que deberíamos preservar. Me encantaría verlo en las calles otra vez, dándole vida a las calles con su aire tan especial. ¡Pura nostalgia!
¡Hablando de clásicos, en Sevilla nos enamoraron los Mehari! Recordando una vez en El Corte Inglés cuando vi uno igualito al mío, luciendo una chapa rota y chapa sucitada por el chaparrón. Es un vicio restaurarlos, esos tiempos maravillosos, cómo has restaurado el tuyo, ¿verdad? La ciudad gana personalidad con estos coches corajudos, ¿no crees?