busco un opel tigra de segunda mano, ¿alguien tiene experiencias? mi primo compró uno y le va bien, tiene buen espacio para dos pero no es ideal para más pasajeros. el volante es raro, un poco más grande de lo que esperaba. ¿alguien más tiene un tigra y le va bien? el gasolina es algo caro, pero mi primo dice que está bien la relacion calidad precio. si tenéis consejos no dudes en decirme, no quiero equivocarme. ¿alguien ha tenido problemas? gracias amiguis
En Quito, conseguí un Opel Tigra hace un par de años. Al principio había algo de nerviosismo porque era de segunda mano, pero la experiencia fue buena. El carro encajaba perfecto con el tráfico en la ciudad y, en lo personal, es ideal para paseos rápidos hacia Otavalo sin gastar mucha gasolina. Si bien tuve que cambiarle la batería al tercer mes, en general ha sido un compañero de ruta bastante fiable. ¡Lo recomiendo!
En Barcelona, me topé con un Opel Tigra en un desguace del barrio Gótico, ¡y mamá qué viaje! Estaba oxidado, pero el aire retro me conquistó. Lo arreglé poco a poco, me metí con manos y sentía el rugir de su motor clásico. Solo te digo, en este coche la ciudad se vive de otra forma, como volar a lugares en tu propia nostalgia. Recuerdo esas tardes en L’Eixample, disfrutando el fresco mientras daba vueltas. Chapeau para los que siguen usando este mito en carretera.
En Córdoba conocí a un colega que tenía un Opel Tigra de segunda mano, y ¡fue la bomba! Se movía como gacela por estas calles empinadas y la verdad, tenía cierta chispa vintage que los coches nuevos no tienen. Leí muchas experiencias, y bueno, depende del año y del estado, pero si resuena contigo, probablemente valga la pena echarle un vistazo. A mí me encantó el rollo retro de su diseño, un clásico inesperado.
Acá en Málaga, compré un Opel Tigra de segunda mano y fue la mejor decisión. Tiene una vibra retro que se nota en cada curva. Lo único es que vienen con su cuento de exigencias, pero si tienes tiempo y paciencia para arrancarlo, es un pedazo de auto con buen corazón y diversión asegurada en pista. La verdad, no te arrepientes.
En Monterrey, consiguiendo mi Tigra fue una epopeya de paciencia. Equipo de temas clásicos y onda retro, ese coche tiene alma. Quien ha pasado por la misma aventura?
Yo busqué un Opel Tigra de segunda mano aquí en Buenos Aires y, vaya experiencia, jaja. Al principio pensé que era muy difícil encontrar uno en buen estado, pero envejecer en tierra propia tiene su recompensa. Muchos en el foro mencionaron venderlos, pero siempre había que verificar varias veces si era apto. Al final, encontré uno que me gustaba, luego de un par de ventas fallidas. Totalmente vale la pena seguir buscando.
¡Ah, el recuerdo de mi Opel Tigra en Caracas! Me acuerdo cuando tenía uno en el 2012. La movilidad en la avenida Fuerzas Armadas no tenía precio, el estéreo de serie cantaba fuerte cada mañana. A veces, el motor chillaba, pero era parte de su carácter único. Muchos reptadores me decían que era la ‘mejor chiva’, jaja. De comprarlo me arrepiento poco, igual que cualquier compra apresurada, daba pique y tenía estilo. ¡La sensación de manejarlo era insuperable!
Encontré mi Opel Tigra de segunda mano acá en Rosario, y fue una pasada. Desde el primer día me enamoré del tamaño y la maniobrabilidad. Es perfecto para las calles de la ciudad y aguanta la rutina diaria sin problemas. Además, vive mil vidas: un día una colega suya me contó que la usaba para ir a la playa, ¡demás! Ha sido una compra infalible, y les recomiendo buscar bien porque hay tesoros escondidos esperando por ti.
Una vez en Cancún, vi un Opel Tigra por las calles del Puerto Juárez. Damas y caballeros, tenía un peligro de estilo tremendo, ¿verdad? Lo mejor fue que su dueño me contó de su aventura por Baja California. ¡Ese Tigra era una joya del asfalto!
En Santiago, tuve un Tigra que era un desastre, pero ahí es donde aprendí a manejar en tráfico. A pesar de los tropezones, fue una experiencia única y divertida. ¡Saludos a otros TigraManos!
Buscando un Opel Tigra de segunda mano en La Paz fue una aventura. Duré semanas recorriendo talleres y reuniones de coches. Algunos modelos mantenían su encanto clásico, pero fue un desafío encontrar uno con las condiciones adecuadas. A pesar de los altibajos, al final descubrí uno que valió la pena; ¡me recordó cómo es importante tener paciencia en el camino!
Alguien recomienda el Tigra de segunda mano en Monterrey? Hace años compré uno aquí y dije con la cartera al diente, pero valió la pena, ¡tan querido! Algunos dicen que los frenos ya no están a punto, pero con unas vueltas al mecánico, sigue como el primer día. Úsalo para paseos por la avenida, dale gas y sentirás el espíritu de joven libre. ¡Créelo o no, aquellos días valieron la pena!
Tengo un amigo en Buenos Aires que se pilló un Opel Tigra de segunda, y juro que era un torbellino por las calles de Palermo. El interior es tan retro, pero una locura manejarlo. ¡Definitivamente, recomendado para los amantes de lo underground!