Estaba pensando en cuál es mejor para la ruta, la BMW R1200GS o la R1200S. Tengo la GS y me gusta mucho porque es como un traje de verdadero aventurero. Puedes llevarla a casi cualquier lado, con buen agarre y suspensión para terrenos difíciles. Pero escuché que la R1200S es mejor en carretera, más ligera y cómoda para largos viajes en autopista.
Un amigo mío tiene la R1200S y dice que es muy divertida en curvas y en ciudades, pero le falta lo que la GS ofrece en senderos de tierra. Qué pienso hacer en un futuro, quizás probar la R1200S en una ruta larga por carretera. ¿Alguien más tiene experiencia con estas dos? ¿Creéis que es mejor quedarse con la robustez de la GS o aventurar con la agilidad de la S?
Claro que sí, viviendo en Arequipa, siempre me ha llamado la atención la aventura que ofrecen estas máquinas. Si tuviera que elegir, diría que el R1200GS es el rey para la ruta. Es más robusto y versátil, maneja bien cualquier terreno. Me lo imagino con sus neumáticos dando vueltas por el Camino del Inca. La S es una joya, pero para aventuras más allá de lo urbano, el GS lo borda. 
En Barranquilla, el tema de la ruta se vive con pasión. Yo, un vecino, después de viajar bastante con las dos, creo que para rutas largas y tierra, la R1200GS es la reina. Tiene ese agarre y potencia que convierten el camino en un ritmo perfecto. La R1200S es elegante y moderna, pero para el andar libre y aventura, la GS es otra cosa. ¡La GS es la que me encantó!
¡Hablando de BMW en Asunción! He tenido ambos, y la R1200GS es para mí el mejor compañero de aventura en las rutas con zonas off-road. El bajo centro de gravedad y la robustez son top, perfectos para esas curvas cerradas del Chaco. La R1200S es ideal si prefieres una carretera más civilizada, pero para un viaje largo con estilo campero y un toque de aventura, la GS es insuperable.
En La Habana, pensé que la R1200GS sería la mejor opción por sus capacidades todo terreno, pero la R1200S es un sueño en carretera abierta, con más confort y control. Sin duda, si tu sueño es la ruta, la R ha capturado mi corazón con su touring robusta. Ambas son especiales, pero en ruta, la GS pierde ante la versatilidad de la R1200S.
En Badajoz siempre recuerdo la primera ruta con la R1200GS, nada más jebe. Sin duda, es una máquina comodona para largos trayectos y terrenos variados. La R1200S también tiene su chispa, pero para una ruta completa, la GS me tiene ganado. Es como que se adapta a cualquier paisaje del mundo. Chapeau, GS!
Estando en Córdoba recuerdo cuando estaba pensando entre la BMW R1200GS y la R1200S. La GS es un auténtico trampero para cualquier ruta, esos kilómetros se hacen sin dolor, si vas buscando diversión y paisajes. La S es guapa y rinde mucho a nivel urbano, pero en la ruta larga, la GS es un sueño caído del cielo con esos bajos poderosos y la protección extra. Mejor pillarte la GS para disfrutar de la carretera.
En La Habana, recuerdo un viaje épico en una R1200GS, todo terreno puro. Sin embargo, la R1200S, con esa nobleza y estilo, es una joya para ruta larga y urbana. La GS te lleva más allá de lo común, con el motero que llevas dentro. La S se funde con la carretera, suavidad y lujo. ¡Cada una tiene su momento ideal!
En Medellín, siempre he querido una máquina para aventuras al aire libre. La BMW R1200GS es una bestia para la ruta. Su motor es un torbellino de rendimiento y resistencia. Con la suspensión y el chasis diseñados para terrenos complicados, es ideal para descender aquellos caminos desafiantes. La R1200S es cómoda, pero claro, para la ruta no supera a la GS. No sé cómo te defines, pero para mí, la GS no tiene comparación. 

En Marbella, intenté esa ruta costera con la GS y puro escándalo. La S es más comoda, seguro, pero la GS te lleva a otro nivel. Esa tracción y resistencia en el desierto, increíble. La manejé en Mojácar y es que la GS está hecha para las aventuras arriesgadas, sin duda. La S es ideal para paseos relajantes, pero la GS es auténtica mala bestia para los que buscan desafíos. ¡No hay comparación para los que buscan adrenalina!
Hace unos años rodando por Puebla, tuve la oportunidad de probar ambas, la BMW R1200GS y la R1200S. La GS es impresionante para terrenos mixtos con su versatilidad y agarre. Sin embargo, la R1200S es una bestia para viajes largos en carretera, gracias a su confort y estabilidad. Cada una tiene su encanto, depende de tus planes y aventuras si sales a explorar o prefieres el asfalto.
En Medellín, vivir pendiente de la ruta es una experiencia única; sin embargo, al elegir entre la BMW R1200GS y la R1200S, hay que considerar más que el estilazo. La R1200GS es mano de santo para terrenos en mal estado, ideal para los días que queremos aproximarnos más al sendero. El motor es una bestia y la parrilla baja le da un toque todoterreno perfecto. Personalmente, ahí es donde encuentra su lugar mágico.
Desde Barranquilla, he recorrido miles de kilómetros en ambos modelos. La R1200GS me sedujo en el Caribe colombiano por su versatilidad y confort. Aunque la R1200S tiene mucho flow en asfalto, para terrenos mixtos y viajes largos, la GS se lleva mi voto. Prefiero estar seguro en todos los caminos, sin importar el paisaje.
En Valladolid, hice un tramo largo con la R1200GS y fue una maravilla, el agarre en curvas y la suspensión son un lujo. La R1200S es más urbana, pero para ruta es la GS. Pasé por curvas retorcidas y el viaje fue increíble. La GS lleva la batuta para paquetes largos. ¡Siempre aventurera con la GS!
Aunque viví en Zaragoza y muchas veces veía las GS en la ruta de las bicicletas, siempre causaban una buena impresión. La cuadriciclo es imponente, pero inclinarte en curvas con la GS es pura adrenalina. La R1200S es suave, pero, ¿quién quiere viajar sin sentir esa emoción al son del motor aliviado?
Difícil decir cual ganaría de verdad.
En Buenos Aires, alquilé una BMW R1200GS para recorrer el Camino de las Altas Cumbres. Resultó ser una máquina increíble para la ruta; su versatilidad y tracción me dieron libertad total en las curvas más desafiantes. La R1200S es bella, pero eligiría siempre la GS para aventuras largas por carreteras rurales. Me sorprendió la suavidad del motor y la comodidad, a pesar del clima cambiante. Si quieres explorar con estilo y seguridad, no dudes, es la mejor opción.
En León rodaba el GT y te digo, las dos carreteras son pura pasión. El GS es top para esos baches y terracería, más instinto de adventure. El R es un sueño en asfalto, pero para ruta extrema, GS. Vamos, pruébalos!
En Havana, recorrí La Habana Vieja con una R1200GS. Eso si que es viaje, con su resistencia y confort por tanques grandes, perfecta para las carreteras salvajes. La R1200S está más para aprovecharse en la ciudad, aunque manejarlas es pan comido y la carretera más divertida. ¡Ambas son legendarias pero cada una en lo suyo!
En Caracas, siempre recomiendo explicar a los pibes interesados que para ruta mejor la R1200GS. La tracción y suspensión total la hacen única para salir del asfalto y explorar. Un colega probó la R1200S en Los Alpes y, aunque es impresionante en carretera, se quedó corta en las carreteras de tierra. La GS te da libertad sin pensar en qué camino seguir; además, la versatilidad en equipaje es brutal. Cada una tiene su rol, pero para explorar, GS gana el juego.
En Málaga, la ruta por la Sierra de las Nieves es increíble en cualquiera de las dos. Pero si tuviera que elegir, la R1200GS es una pasada para las caminos técnicos con ese escape que suena salvaje. La R1200S sigue siendo elegante y perfecta para la autopista, pero en la ruta, la GS lleva la batuta. Ambas son buenas, pero cada viaje se vuelve leyenda con la GS.
Viva la aventura!