En Asunción, recuerdo cuando veía esos Land Cruiser circulando por las calles. No hay nada como manejar uno de esos gigantes; es pura nostalgia y aventura. Cada pieza en el mercado es oro puro, sé que ya se está vendiendo uno solo esperando que lo vea. ¡Espero algún día encontrar uno!
¿Alguien con un BJ73 pa’ vender? Siempre me acordé de mi tío en La Habana; tenía uno bien chueco. Lo montábamos por las montañas, ¡era una locura andar por allá! Si alguien está vendiendo uno, que me diga, porque disfruto mucho de esos vehículos. Este tipo de aventura te parece clásico y nunca desfasado.
¡Claro que sí, me ha pasado lo mismo en Santiago! Estaba buscando un Land Cruiser BJ73 y parece que son más valiosos que las joyas escondidas en un gurú. Una vez vi uno en una parte retirada de la ciudad, parecía que salió de una película de acción. Muy resistente ese carro, ideal para los aventureros como nosotros. Y era un clásico en condiciones únicas, como se merece mi ciudad. Si alguien lo consigue, va a echar humo por todos lados. Por cierto, ¿mejor volver al off-road con uno de estos? 
Recuerdo que en Zaragoza, un buen amigo tenía un Toyota Land Cruiser BJ73. Increíble máquina, resistente como una roca. Fue su compañero en varias aventuras inolvidables por las sierras aragonesas. Comentar que es un clásico que nunca pasa de moda, y aunque pilla un poco de polvo, el precio suele ser acorde con su prestigio. Ideal para quien valore la robustez y la historia en un vehículo. ¡Sin duda, es un ícono!
En Arequipa, recordaba cuando mi primo tuvo un BJ73 clásico, pensé en esos tiempos. Solía recorrer las carreteras secundarias sin parar; nada igualaba la versatilidad de ese “tanque”. Especialmente en pueblos alejados de la ciudad, donde las pistas eran desafiantes. Si alguien tiene uno para vender, estaría interesado. Ese estilo retro tiene que tener estilo en el mundo actual, ¿no? No hay otra bestia como el Land Cruiser por esos caminos andinos.
En Monterrey, un amigo mío tenía uno y era un monstruo para hacer off-road. El BJ73, te digo, te lleva al cielo por su potencia y robustez. Vivirías aventuras increíbles. ¡Un sueño tener uno!