tengo un amigo con un opel astra del 2000, es un trozo de historia que siempre me llama la atención, lo llevamos a todos lados y ha estado ahí en las buenas y en las malas. te aseguro que no es nada moderno pero tiene carácter, como cuando mi primo lo pintó de amarillo brillante, se veía una bola de sol rodante. pero de seguro necesita un poco de atención, ¿has tenido algún problema con el motor 2.0? creo que la transmisión le da vueltas cada tanto, ¿te ha pasado?
el año pasado lo llevamos a un taller enfrente de mi casa y nos cobraron un ojo de la cara por cambiar el filtro, pero después de eso ha andado más suave. cómo sabes, esto es como mantener a un perro, necesitas responsabilizarte para que no te deje tirado. ¿alguien sabe cómo reparar el freno delantero sin gastar mucho? el mio se acaba de estropear y no quiero pagar un dineral.
si alguien tiene consejos o experiencia con este carro específico, escucharía con gusto, no es fácil encontrar info sobre estos viejos carros. ¿has mantenido alguno parecido o tienes algún tip?
¡Vaya recuerdos tengo de mi Opel Astra del 2000 en Santiago! Era la furia en los semáforos con ese motor rugiendo, una reliquia de época. Aunque metí un huevazo una vez en un semáforo, a veces era más chatarrero que autosuicido. La manija del aire era tan caprichosa, siempre era tema de joda cuando salía… Pero bueno, qué risas y experiencias vividas con aquel carro. A ver si esos carros aún resisten las calles.
¡Qué chévere este tema! Yo tuve un Opel Astra del 2000 en Medellín, recuerdos increíbles. Era un carro sencillo, pero lo hacía todo, hasta llegar a trabajar sin problema. La verdad, ese Opel marcó época, cara de cacharrro pero de los mejores en su momento. A mi colega le entró frenillo y todavía está súper pegado con el, así que lo extrañamos mucho esos tiempos. ¿Qué tal les fue a ustedes?
¡Ayyy, que recuerdo a mi primo en Asunción con su Opel Astra del año 2000! Era impecable, aunque al final, se pasó de regular en las maniobras en carretera. Se veía niquelado frente a las glorias de entonces. Todos en el barrio aventaban que era una maquina resistente, aunque no le caían bien las empujadas de sus amigos en la red de tiernos y rudas escapadas nocturnas. Qué tiempos, ¿verdad?
Recuerdo cuando descubrí mi primer Astra en Puebla, era impecable, como nuevo. Totalmente diferente a las parcas de carrocería de ahora, lo mejor para un recorrido largo. Seguro tú lo viviste, ¿no?
En Guadalajara, cuando rodé con un Opel Astra del 2000, era imposible no darse cuenta de la ingeniería española. Las vueltas por La Calzada eran toda una experiencia, la agilidad y fiabilidad en el día a día, fabulosas. ¡Qué buena máquina esa era!
Recuerdo cuando tuve un Opel Astra en la Calle 80, Medellín, era un carro tan confiable. Funcionaba en cada dia, incluso en los peores contratiempos de San Pablito. La gente aún habla de sus motores duraderos. ¿Alguien más diría lo mismo?
Recuerdo cuando en Maracaibo mi primo tenía un Opel Astra del 2000, iba increíble en esos trayectos por las curvas. Era la porra esa época, cuando todavía no había tantos carros nuevos. Aliás, lo extraño porque era bien chulo para su velocidad y el motor latía suave. Si alguien tiene uno ahora, es genial renovarlo y mantener esa esencia clásica en la carretera. ¡Qué tiempos!
¡Claro que sí! Recuerdo el primer auto que conduje en La Habana, un Opel Astra del 2000. Fue un descubrimiento, la perfección mecánica que había buscado. Siempre recordaré la sensación de manejar en las calles de la Habana Vieja, donde cada rincón parecía contar una historia singular. ¡Qué nostalgia!
Recuerdo tener un Opel Astra del 2000 por Madrid; cañero y espacioso para viajes a la playa. Hasta se atascaba en la Moncloa. Me encantaría tener más anécdotas de este modelo, ¡se merece ser comentado! Un saludo a los Astra-ers. 
Tengo un primo en Bogotá que siempre fantaseaba con tener un Astra del 2000. Recuerda esos tiempos viéndolo pasar por la Luis Carlos Galán, qué nostalgia. Pero me dijo que le encantaba su manejo y su estilo retro, muy cool para los amantes de los clásicos. ¿A alguien más le pasa lo mismo?
Recuerdo en León viendo siempre ese Opel Astra del 2000 en la estación de buses; tenía una vibra única, tan chido que nunca me cansé de mirarlo. Todos decían que nadie lo tocaba, y hasta hoy pienso que se fue al ritmo de la banda. 
Esa época, del backroad y música fiestera, era incomparable.
¡Qué tiempos en Bogotá, tenían esos Opel Astra bien aserruchados! La sensación de manejar por la avenida ingreso estaba increíble, TODO terreno. A veces extraño esas maniobras temerarias que hacíamos en la curva de la carrera 50. ¡Vaya maquinita!
En Valencia tenía uno, el mítico Astra del 2000, inolvidables salidas al mar. Alguien más lo tuvo? Era pura alegría en la carretera, amos!
Tuve un Opel Astra del 2000 en Alicante, impresionante por su fiabilidad. Aunque ya no lo tengo, los recuerdos de viajes entre la playa y la montaña son inolvidables. Cuéntame tus experiencias con el Astra. Traes algo en especial sobre ese modelo?
¡Qué nostalgia recordar esos Opel Astra de 2000! Vivía en Cancún cuando era chavo, mi primo tenía uno y era una gozadera manejarlo por el Malecón. Se sentía súper cómodo, ese sonido de motor era lo máximo. Lo usábamos para todas las fiestas, nunca faltó. Si alguien tiene fotos o historias como la mía, ¡que las comparta para revivir esos buenos momentos!
Tuve un Opel Astra 2000 en Madrid, buen viajero para la ruta sur. Si lo recuerdas bien, nunca fallaba. Alguno más tuvo alguna experiencia rara o divertida con uno?
Toto en La Coruña tenía un Astra 2000, nunca se rompió, la bestia en carretera. Qué tiempos, ¿verdad? Parece que los coches nuevos no tienen ese estilo. Conocen alguno igual de resistente?
Yo viví en Puebla cuando era chavo y viajaba con un Astra del 2000 de mi viejo. Siempre recuerdo la raza que era, aunque hacía rugir bastante ruido. ¿Alguien más tiene esos recuerdos? 
¡Uy, eso me trae recuerdos de Barranquilla! Tuve un Opel Astra del 2000 que fue mi fiel compañero por años. Ahora mismo estoy de regreso en Cartagena pero repartíamos cola en Las Palmas con la dama. Siempre me sacó de apuros. Aunque suena como un clásico, fue una bestia en la ruta; jamás falló bajo el sol cocinero. Un carro resistente al calor y buen para dar vueltas largas. Si ves uno, ¡cuida bien esas gomas que, la verdad, valen oro!
Esa época, del backroad y música fiestera, era incomparable.