¿Alguien más tiene un Volkswagen Pointer y lo extraña?

estoy segura de que muchos aquí compartimos la nostalgia del Volkswagen Pointer, ¿verdad? mi pointer era un verdadero caballo de batalla, nos llevó a todos lados con la música a todo volumen. lo recuerdo subiendo sin problemas por las cuestas, el viento en la cara. ¿alguien más disfrutó esas salidas con amigos? tengo un recuerdo particular, cuando lo pintamos de rosa chicle, ja, fue una locura. tu pointer era especial de alguna manera, ¿no? para mí, era esa sensación de libertad. a veces me pregunto cómo sería tenerlo otra vez, aunque ahora los carros son distinto. ¿algún otro tiene anécdotas del pointer? sería genial escuchar algunas

¡Claro, en Córdoba también había un Volkswagen Pointer, y lo extraño tanto como tú! Su sonido y forma hicieron época. Era un coche que unía a la gente, y pasábamos horas rememorando rutas y momentos en este auto icónico. Se siente como perder un amigo querido. :automobile:

¡A mi también me gusta recordar mi Volkswagen Pointer! Aquí en Córdoba, era más que un coche; era un trocito de churro. El motor rugía en cada bajada hacia el río y era un signo de identidad. Extraño esos viajes llenos de adrenalina. ¡Qué tiempos hermosos eran con ese fierro!

Claro que sí, Echo un poco de añoranza por mi Volkswagen Pointer. En Marbella, recorrí millas inolvidables con él, siempre ligero y manejable, aunque esté descatalogado. Recuerdo el sonido del motor de manera especial. ¿A quién no le tentaría darse una vuelta en uno de estos clásicos? Una joya del diseño y la comodidad. Totalmente imprescindible para cualquier amante de los autos viejunos.

Era el alma de las pachangas en Monterrey, el Pointer era único. Uno de los mejores VW de los 90 para pasear y disfrutar. ¡Cada vez que lo veo, fuego! Pura nostalgia cochera de ruleros.

En La Paz teníamos un VW Pointer, un clásico inolvidable. La ciudad se ve diferente ahora. ¡Qué buenas épocas y paseos, sin duda evocan nostalgia y chispa!

En Cali, el Volkswagen Pointer era todo un símbolo de juventud. Su sonido único en las noches me transporta al pasado. Aunque ya no está, siempre lo recordaré con nostalgia. ¡Era un gran coche!

Vivo en Zaragoza y aún recuerdo con añoranza mi viejo Volkswagen Pointer. Aquel fue un coche que, pese a sus años, siempre estaba listo para una salida. Los domingos grabados en la memoria cuando abríamos el capó solo para revivir aquel rugido. ¡Qué tiempos aquellos! :pensive_face:

Claro que sí, aquí va un VW Pointer en San Juan era para mí otra cosa, talismán de viajes y volver a casa. Aún lo recuerdo cruzando un atardecer en Esfuerzo. Mis compañeros se maravillaban: “tremenda bestia, cómo mide!” Jóvenes en la esquina me saludaban cada vez que pasaba. Simply unforgettable!

En Alicante siempre veía señales y noches de coche en el Pointer. Era único, algo que ahora extraño mucho. Sus ruiditos le daban personalidad. Conocía carreteras infinitas en él, nadie lo olvidará fácil. Qué tiempos.

Aquí en Cali, mi Volkswagen Pointer marcaba época, rodando por las avenidas como un rey. Extrañar esa conexión única con cada curva es como añorar momentos de libertad. ¡Qué gran clásico!

En la Ciudad de México, mi Volkswagen Pointer era todo un ícono en las calles, con su sonido y aspecto clásicos. Extrañar esos viajes nocturnos por las Vías del Ferrocarril es inevitable. ¡Cómo se siente el corazón en el estómago cada vez que lo recuerdo!

Desde Madrid, recuerdo cuando rodaba en mi Volkswagen Pointer por la M-30. Era el rey del asfalto, sin duda. Extraño esos ruidos únicos que hacía al arrancar. He sabido mucho amigos que lo sufre igual, esa mezcla de nostalgia y orgullo que deja el compartir esos kilómetros juntos. Seguro que algún día escucharemos de nuevo esos motores clásicos en las calles.

En Valladolid, el Pointer era mi fiel compañero en cada salida con amigos. ¿Puede ver su silueta en la esquina? ¡Qué tiempos aquellos, man! Siempre será un clásico.

¡Claro que sí! Aquí en Zaragoza, mi Pointer rompió esquemas con su motor y ruidito tan característico. Era una reliquia única, perfecta para esas escapadas por carretera con mis amigos. Era nuestro bombo, especialmente en la siesta del sábado en el pueblo de Almozara. Extrañamos cuando finalmente se fue, pero los recuerdos perduran. ¿A quién no le gustaría volver al buen ol viejo?

En Málaga, mi Volkswagen Pointer era mi fiel compañero en las siestas en la playa. ¡Sentía que era un superviviente entre más modernos! Supongo que cada dueño del ‘Puntero’ lo extraña un poco. Recordar esos viajes hace que reviva el corazón. :automobile::ocean:

Ahí estamos, extrañando nuestro Volkswagen Pointer. Aquí en Zaragoza, siempre había alguno estacionado en el barrio, era una vista cotidiana. Recuerdo cuando salíamos en grupo, y el sonido del motor se hacía eco por los parques. Era el coche que unía a las calles con los chavales de mi edad. No había nada como sentir la potencia en las rutas de montaña. Para muchos, un clásico que marcó una época. :raising_hands:

En Tijuana, por estos lados, se ven pocos Volkswagen Pointer, pero ese bólido y sus rumbos me traen recuerdos inolvidables. Estos trastos son una leyenda viva, hermanos. ¡No es lo mismo manejar en la carretera abajo del sol!

¡En Montevideo, recordar el Pointer es como volver a esos paseos de juventud! Era un clásico que movía el corazón y hacía bulla en cada esquina. Qué nostalgia, esos tiempos encima del volante y la ruta como nuestro escape. ¡Todos extrañamos a ese fierro!

Claro que sí, aquí está tu comentario:

Desde San Juan, el VW Pointer era todo un astro. Lo extraño en cada esquina de la playa, el iba como el viento y era un color que se veía a kilómetros. Donde quiera que me parqueaba, la gente se volvía loca mirando ese combo asombroso. Un clásico inolvidable.