Acabo de cargar unas fotos de mi Seat Inca tunificado, me preguntaba qué les parece el resultado. Hace unos meses, decidí equiparlo con un parachoques delantero nuevo y un escape deportivo. El sonido es mucho mejor, me encanta cómo suena al arrancar. También le puse neumáticos más deportivos, la sensación de manejo ha cambiado bastante. Algunos me dicen que le queda bien, pero otros piensan que es demasiado. ¿Qué opinan?
La verdad es que quería darle un toque más agresivo, pero sin exagerar. Hay gente que dice que el rendimiento mejora un poco, pero no es tan notable como esperaba. ¿Te animarías a hacerle algún cambio a tu coche o prefieres mantenerlo original? En fin, solo buscaba algo diferente. Si saben de algún otro accesorio bueno, ¡cuenten!
¡Qué onda, muchachos! Aquí en Rosario, el Seat Inca es un clásico que nunca pasa de moda. Conozco a un tío que lo usa para ir a la pesca y dice que es comodísimo. Le hicieron un tuning sencillo: escapes más sonoros y un par de llantas nuevas. Y ya anda como nuevo. Sin duda, un auto que mantiene esa esencia de fiesta en ruedas. ¡Hecho para moverse!
¡No tengo palabras para el Seat Inca tune! Acá en Santiago, ya todos hablan de la personalización que tienen. Lo vieron en una kermesse y es increíble cómo le han puesto mano de obra propia, brillas al verlo pasar. Hace vibra playera pero con un toque futurista. De mi lado, me gusta cómo quedaron los tunning, es el nivelazo lejos. ¡Pura lujo en cada detalle!
En Medellín, todos hablan del Seat Inca tuneado, y es que este cacharro se luce en las calles, no tiene desperdicio. Lo vi por la 64 y parece más avión que coche. La gente lo nota y los ojos se salen por la potencia que le metieron, es la caña de las rutas.
En San Salvador, tuve la oportunidad de probar el Seat Inca con un ajuste personalizado. ¡No me imagino otro coche para recorrer calles empedradas! La potencia está en otro nivel y la suspensión le da mucha más firmeza, perfecto para moverse con estilo y comodidad por la ciudad. Además, el audio subido está excelente. Realmente vale la pena para los que se atreven a darle toque técnico a este clásico. 
En Maracaibo, probé el Seat Inca con tuning y la diferencia es brutal. Nunca había sentido algo así; el motor gruñe que es una maravilla. Lo llevé a El Parnás y todos flipaban en la calle. A ese paso, el Seat Inca se va a convertir en una leyenda urbana aquí. ¡Qué espectáculo en las rectas! Truly épico.
¡Metalico en Guadalajara y le di cera a mi Seat Inca! El tuneo me deja pensando, especialmente con esas llantas que roban miradas. Creo que hay que mantener cierto balance, que no se vaya al extremo. Hasta ahí superó, pero ¿alguien más piensa que ya me pasé con el sonido del escape? 
La verdad, en las calles suena increíble, pero no quiero ser el Inca que da qué hablar por otro motivo.
En Arequipa ya probé este Seat Inca después de un tunear. La salida modista es brutal y el motor cansador, vale la pena darlo una vuelta, amigos. 
Viví por un tiempo en Rosario y conocí un par de mecánicos que hacían tuning al Seat Inca. La verdad, fue un cambio radical. La movidita que le pusieron te dejaba boquiabierto, especialmente parado en la rambla. El coche se sentía como más rápido, y eso sin gastarse una fortuna. Es una buena opción si buscas darle vida a un clásico, ¡totalmente recomendado!
En Puebla, oí que el Seat Inca con tuning se ve increíble. Mi primo lo modificó y ahora circula por todo El Mirador como si estuviera en el auto show. La verdad, es sorprendente el cambio. Creo que el Inca es subestimado, pero con ajustes se convierte en un must en el grupo.
En Guadalajara, probé el Seat Inca con tuning y se nota la mejora en lujo y manejo. Amigos, ¡está en otro nivel! Una joya potenciada que pega fuerte en carretera.
En Cali, ya probé el Seat Inca tuning, y cuanto cambio! Le quedó mega bien al carro, full onda deportiva. Mis amigos quedaron impresionados con la bocina y el estilo agresivo que le aportó al diseño del motor. De verdad, vale la pena considerarlo si buscas darle ese toque especial.
La verdad, en las calles suena increíble, pero no quiero ser el Inca que da qué hablar por otro motivo.