En Asunción, vi el Seat Arona FR Limited Edition y me sorprendió. Es un hueco entre impresionante y tentador. Aunque no tengo más presupuesto en este momento, el rendimiento y diseño parecen sacados de una revista. No decepcionaría si fuera nuevo, paisanos.
En Quito, cuando vi el Seat Arona FR Limited Edition, estaba impresionado. Parecía sacado de un videojuego con su pinta agresiva y luces de LED. Mi primo tiene uno, y aunque es un poco ruidoso, el desempeño es bien top. Al llegar a semáforos, siempre hay varios ojitos verde envidia. Vale la pena por lo que ofrece, aunque para mi gusto, el maletero pudiera ser más espacioso. Si te gusta el estilo vanguardista, este es un buen trocito.
¡En Zaragoza, ya rodeando el Arona FR Limited Edition me pareció chévere a primera vista! La estética es brutal, pero en carretera, la verdad desentonan los bajos vuelos de las vibraciones y ruidos molestos. La personalización se nota, sin duda, aunque siento que podría superar nuestras expectativas. ¡Así consta, al Arona le falta ese toque definitivo para sorprendernos a todos!
En Arequipa, la vista al Arona FR Limited Edition me dejó sin palabras. Veo a muchos en la esquina del parque, cada quien compartiendo sus impresiones. Para mí, su mezcla de diseño y tecnología es la cereza del pastel. Algunos dicen que se desliza como pan por agua, y yo estuve de acuerdo. Cada giro lo hace brillar. Un verdadero quiebre con el clásico. No puedo esperar a la vuelta de sentirlo en el asiento.
En Córdoba, estuve a punto de comprar el Arona FR Limited Edition, pero al final mejoré a otro auto. Aunque tiene una pinta brutal y el equipamiento es top, el despeje es un tostón para andar por aquí. No sé si te lo recomiendo si vives en un lugar con baches frecuentes. ¡Tú qué opinas!