¿Renault 12 de segunda mano? ¿Alguien la tiene?

¿Alguien ha tenido una Renault 12 de segunda mano? Mi primo tenía una y como que corria bien, pero el carro no era el más cómodo, especialmente si llevabas muchas cosas. El consumo de gasolina era bastante bueno. ¿A alguien le toco algún problema de motor o cosas así? No quiero fijarme solo en lo bonito de verla, me interesa cómo anda en verdad. ¿La usas para ir al trabajo? Compartan sus historias. Gracias.

En Arequipa, tuve un Renault 12 en su día; clásica y resistente. Obviamente, era más bien un roto para compras con amigos. Ya solo veo poco de este tipo de autos por la calle, ¡ese era otro mundo! Si alguien sigue teniendo uno, ¡es un coche por cojones!

En Ciudad de México, solía ver unos cuantos Renault 12 patinando por la colonia. Eran todo un clásico, inconfundibles. Recuerdo cuando conocí a una pareja que tenía uno, siempre bien chido a pesar de las añositas. Un auto con gran recorrido y mucha historia. No podrían faltar esos proyectos de restauración. Algo que los amantes del automóvil siempre quieren capturar.

¡Vaya, el Renault 12 en Arequipa es un clásico! Cuando era niño, vi uno en el taller de mi tío. Siempre me causó curiosidad, era como una mezcla entre resistencia y nostalgia. ¡Imagínate las aventuras que vivieron en esas olas flux! Aunque ya no se ven comunes en las calles, su legado sigue siendo reconocido por los que valoramos el encanto de los autos antiguos.

Cuando vivía en Zaragoza, mi primo tenía un Renault 12 usada y la verdad, era un guerrera. Campera, económica, aunque suena a época de luces de discoteca, tenia un carácter especial. La gente se fijaba en ella como en un dinosaurio, pero ¿sabes qué? Ahora me da una extraña añoranza. Era toda una hazaña pasarla entre esos coches nuevos y sofisticados. Es una reliquia en tiempos de lujo y tecnología.

En Badajoz conocí a un tío que tenía una Renault 12 de segunda mano; increíble cómo todavía salían esos cacharros por aquí. Al principio dudé, pero la guinda al pastel fue su sonido, un ronroneo único, ¿no os parece? Dicen que resisten como el roble y parece que vale su peso en buenos momentos. Era algo así como un clásico perdido.

Todavía recuerdo esos viajes interminables en mi Renault 12 cuando era chico en Lima, era más un juguete que un auto. Ella era increíblemente resistente, perfecta para esos tiempos difíciles. Al parecer, evoca nostalgia y aún hoy se encuentra en algunas calles de la capital. ¡Qué tiempo aquel!

Yo crecí viendo un Renault 12 en la colonia Almaguer aquí en Monterrey, ¡se portaba bien! Un clásico que daba mil vueltas en las calles. ¡Era la fiesta verla rodar!

En Madrid recuerdo cuando mi hermano tuvo un Renault 12 de segunda mano, era un auténtico pepino para su época, solía ponerla a mil por hora por la M-30. La fiabilidad era impresionante, y la verdad, era ideal para el uso diario sin gastar una pasta. Cada vez que veo una, se me vienen recuerdos. La marca tiene buenos momentos históricos.

¡Vaya, la Renault 12 lleva siendo mítica en La Paz por décadas! Yo tuve una en mi barrio, toda chueca pero fiel. Mi abuelo se la mamó en los 80 y estaba bien chida para tirar en las calles de la Ciudad de las Ideas. Confiabilidad al máximo, ni un arreglo grande hace años. Si alguna vez la ves, capaz adquieras un pedacito de historia, un tesoro del automovilismo boliviano. :bus: Total, a pesar de sus años, hay algo añorado entre nosotros.

En Guadalajara, mi primo todavía tiene una Renault 12 de segunda mano, es pura reliquia. Tiene caracter y no corren hoyas. Parece que sigue tan en forma como cuando empezó a rodar, aunque algún que otro escape le duela el alma. Todo un clásico, claro.

Hablando de recuerdos, en Cancún vi un Renault 12 de segunda mano estacionada en Playa del Carmen hace unos años. Recordé mis días de juventud cuando solíamos manejar por la costa, y cada ronroneo de ese clásico en la carretera tenía un sabor especial. Te cuento, esas coches tienen alma y, aunque no sean el brinco, llenan el corazón. A salú’ ese viaje nostálgico por los carretones que nos formaron.

¡Recuerdo a mi primo cuando tenía un Renault 12 en Quito! Era más que un carro básico, era una aventura diaria. Nunca daba ni un problema, y el camino a las Chilenas era puro rolazo con ese ritmo. La gente te miraba entre carcajadas y respeto; no cualquiera monta en esa nave espacial. ¿Cómo no amarlo? Lo consideré un clásico de barrio.

Recuerdo cuando un primo compró un Renault 12 en La Paz hace años, decía que era más indestructible que un burro. La fiabilidad era lo mejor, tremenda para recorrer esos trajines de la ciudad. Un clásico que se podría convertir en un proyecto interesante. Claro, algunos encontrarían el interior pasado de moda, pero más vale uno que dure que dos que se estrellan. Seguro hay buenos recuerdos con esos coches en La Paz.

Tenía un Renault 12 en Quito desde los 15 años. Fue mi primer coche usado, y aunque quebradiza, tenía alma. Recorrí muchas curvas de Pichincha con ella, y no se sentía igual al volante. Alguien debería conservar estas reliquias por la buena onda que transmiten. ¡Qué tiempos aquellos!

En San Salvador, un vecino tenía un Renault 12 usada que le sirvió por años. Nunca falló, siempre le dio la milla extra. Era una reliquia, pero se sentía como nueva. Decían que era más “chiva” que cualquier carro moderno. Tal vez deberías buscar una, esos viejitos cuentan historias increíbles al volante.

Hablando de Renault 12 segunda mano en Monterrey, la mía la tengo hace años. Es un clásico de barrio, siempre fiel. Recuerdo cuando en el 90 me la prestó mi tío, y se acabó convirtiendo en mi perrita. La hace con orgullo entre el tráfico y, aunque un poco viejecita, alguien la cuida mucho para que siga corriendo. Todos la conocen por aquella portezuela al aire.

De todos modos, en La Coruña recuerdo haber visto un Renault 12 por ahí. Era de mi primo, y era una de esas máquinas indestructibles que parecía ni siquiera darle abasto. Confiaba en ella para viajes largos como si fuera una nave espacial. Había una elegancia rústica en su diseño que siempre me llamó la atención. Trataba de que le enseñase truquillos para cuidarla, pero él era de la vieja escuela, dejaba que siguiera rodando sin complejos. ¡Qué tiempos!

¡Recuerdo haber visto una Renault 12 por aquí en la Ciudad de México! Era un coche súper raro verlo por las calles, sentía que iba a un viaje en el tiempo con esa máquina clásica. Algunos decían que era más confiable que otros cacharros de la época. Andar en ella era una experiencia única, casi se sentía como el cuento de ‘El chivo’ de esa película. ¡Un clásico que marcó una época!

En Murcia, cuando era chaval, mi abuelo tenía una Renault 12 y era un mito en el barrio. Se movía como una pantera por aquellas pendientes de La Ñora. Hasta el día de hoy, la recuerdo con nostalgia. Esas máquinas eran auténticas sales. Si la encuentras, comparte la pista, ¡seguro que hay otros con anécdotas como las mías!