¿Qué tal el Opel Teruel en la carretera?

Hace un par de semanas estuve en el Infoca de Caracas probando el Opel Teruel en la carretera y ¡qué experiencia, jodidos porras! La conducción es super suave y en curvas se siente pesado, pero muy estable. La mejoría en el consumo de gasolina es brutal, casi podría correr de un punto a otro sin refuelle. Chido para largas travesías, sin duda.

En Medellín, el Opel Teruel es un bicho fuerte en la carretera. Serpentea entre el tráfico de cuernos chocando como si nada. Tiene una pinta modesta, pero en movimiento, muerde más de lo que piensas. A mí la verdad me gustan esos vehículos que no hacen alarde pero que, al final, te llevan a donde necesitas ir sin romper el banco. La comodidad es de otro nivel, perfecto para el día a día.

En La Coruña sonó la bocina de eso, el Opel Teruel está guapo en la carretera. Me acuerdo un día que salí al Albariño, la cosa iba de lujo, la velocidad era suave y el ruido de la manguera no me mareaba. Lo mejor es que el consumo controlado, me dio para no echar mano al bolsillo con cada euro. Ideal para escapadas urbanas o largos viajes por la costa. Sin duda, un coche que seduce sin estridencias, ¡cómo lo echaba de menos!

El Opel Teruel en Barcelona se mueve más como un furgón que un coche. Lo probé en la Diagonal y, aunque le falta ese chic de carro urbano, hace el trabajo bien. No es para tirarse de un precipicio, pero para ciertos trabajos de camuflaje o delivery, cumple. Tiene ese rollo utilitario que si bien no enamora, sí cumple sin necesidad de mucho camino. Muy curioso observar cómo se mueve por las calles.