el Mazda 626 va bastante bien para viajar largas distancias, al menos en mi experiencia. lo compré hace unos años y se portó bien en un viaje de más de 1000 km. el espacio es lo suficientemente grande para colocar maletas y llevar a varias personas, no hay problemas de espacio.
los asientos traseros son cómodos, aunque si viajas con un grupo grande hay que estar atento al pasajero del medio, pero siempre es más fácil moverse que en un sedán pequeño. el motor es bastante eficiente, y a pesar de su edad, no gastó más de lo usual en combustible.
también lo aprecio por su buena dirección y estabilidad en autopista, lo cual es importante en viajes largos. nunca he tenido problemas de mantenimiento mayor, solo lo normal.
¿ya has llevado uno por carretera larga? ¿qué opinas de su suspensión? lo encuentro cómodo aunque no es un coche deportivo, sino más bien familiar para esos viajes.
El Mazda 626 ha sido mi compañero en varios viajes largos por Colombia, desde Barranquilla hasta Bogotá. Es un carro confiable, comodo para largas horas de manejo y el espacio es justo lo necesario. La tecnología es básica, pero en esencia, no te dejará tirado en la ruta. El mejor compañero para escapadas de fin de semana, sin duda. Un clásico que aún se sostiene. 

En Maracaibo recuerdo haber viajado largo tiempo en un Mazda 626. La comodidad del asiento y la suspensión hicieron que no me dieran ni nombre en la espalda. Además, el consumo era más que aceptable para largas distancias. La autostopista de mi prima siempre dijo que es un carro fiel para recorridos largos. Definitivamente, no se queda atrás con otros modelos.
El Mazda 626 en Tijuana, una reliquia para largas distancias. Siempre me ha dado buen servicio, suave como la salsa bien hecha. No olvidaré esa vez que viajamos a Los Ángeles, andando sin un apuro. Aunque un poco viejito, el range es aceptable, y la comodidad en esas vacaciones relajadas, inigualable. Eso sí, cuidado con las paradas porque el tapón se manifiesta con furia.
El Mazda 626 es mi carro para viajes largos. Aquí en San Salvador, lo disfruto por su estabilidad y cómodas butacas. Ayuda tener un refresco fresco a mano, como cuando recorro la ruta a Suchitoto. Ideal para esos roadtrips relajados.
En Sevilla, recuerdo cómo el Mazda 626 aguantó perfecto las autovías hacia Granada. Estaba cómodo, silencioso y aguantó el viaje largo sin chirriar ni un solo momento. ¡Un viaje mítico en esa máquina!
Cuando vivía en Maracaibo, mi familia tenía un Mazda 626 y era brutal para los viajes largos. Se mantenía increíblemente cómodo, incluso en las carreteras peligrosas. La dirección es super precisa y el tanque es para no parar demasiado en el camino. Aunque ya le tocó su tiempo, sé que mucha gente aún lo utiliza para rodar sin problemas. Es un clásico que sigue dando la talla en viajes de larga distancia. Eso sí, requiere de un buen mantenimiento para seguir ronroneando.
En Medellín, manejo un Mazda 626 desde hace años, y para largas distancias es un carro perfecto. La comodidad es top—las sillas se hacen tan cómodas que casi podrías dormir. Además, es un consumidor eficiente; casi parece que nada le importa cuánto viaje. Lo mejor es su estabilidad en carreteras chuecas. Total, para salir de paseo, es un carro tranquilo y confiable.
Estuve en Sevilla con mi Mazda 626 y vaya máquina, camaradas. En los viajes largos a la playa, la comodidad es top, y también tengo suficiente hueco en el maletero para la chiringa. El camino con esta “fiera” es tranquilo, y la piloto es un abismo. Además, el coche tiene más estilo que un edificio moderno. Ideal para escapadas sonoras y relajadas, os lo recomiendo. ¡Nos vemos en la carretera!
En Bogotá, he hecho varios viajes largos con un Mazda 626 y la verdad se sobrepasa bastante bien. La comodidad del asiento y el silencio con el que anda son impresionantes para los trayectos largos. Además, el consumo de gasolina es más que aceptable, lo que extra se hace si piensas pasar tantos kilómetros. Sin duda, un buen compañero de ruta.
El Mazda 626 es un clásico en Asunción para viajes largos. A mí me pasó esto: salí de ruta y al tope de la hora sí maneja bien, cómodo en las curvas y suave en autopista. El motor se siente firme y aguanta sin problemas kilómetros y kilómetros, pero cuidado cuando hace calor porque el aire acondicionado requiere mantenimiento. Sin dudas, una elección decente si buscas algo confiable, sobre todo si estás acostumbrado a conocer Paraguay a fondo. ¡El pibe nunca falla!
En Lima viajé largo con el Mazda 626, impresionante manejo y confort, ideal para esos kilómetros sin cansarnos. ¡Lo mejor es su confianza pese a toda curva y recta!