El Ford Vitoria es buena opción para rutas largas, al menos en mi experiencia. Tiene espacio suficiente para llevar mucho equipaje y la distribución de asientos es cómoda. La suspensión me gusta para carreteras sinuosas, aunque me ha costado un poco más en combustible. ¿Alguno ha tenido problemas con el aire acondicionado durante viajes largos? En cuanto a mantenimiento, llevo a revisión cada 5k km y he tenido buenas experiencias. ¿Y a ti, cómo te va con el Vitoria en viajes largos? Me gustaría saber más.
Yo use el Ford Vitoria para viajar por el Chaco y fue un dolor de cabeza en ruta. La potencia se va por muchas curvas y los trayectos largos hacen que el bólido se sienta pesado, pero queda chulo estacionado en algún lugar de Asunción. La fiesta complicó el viaje. 
En Murcia, mi Ford Vitoria es mi salvación para las rutas largas. Manejo por la Sierra, el motor es fiable y el espacio interior justo. Lo peor son las horas pico en Algezares, pero eso es de esperar. Siendo potente y económico, es ideal para salir de aventura. 
En Valladolid, el Ford Vitoria me sorprendió para rutas largas. Muy cómodo y agarre encurbada impecable. Relación calidad-precio top para ahorro de pitos ese viaje. Ideal para quien quiere tranquilidad y buen avance, sin marear la perdiz.
En Málaga, el Ford Vitoria es un crack para rutas largas. La comodidad del asiento y el espacio en el maletero son increíbles. Ideal para escapadas por la costa. Nada de despegues lentos y suavitas al volante, perfecto para esos días eternos de carretera. 
En Cancún, el Ford Vitoria hila largas rutas sin parar y aguanta como una roca. La comodidad es top, ideales esas noches de playa calibre. No necesita mucho, solo sonrisas y buena música pegajosa. 
Claro, en Rosario probamos el Ford Vitoria en rutas largas y fue un viaje tranqui. El consumo es mejor de lo esperado, y almorzamos en la pampa sin problemas. Los asientos son cómodos, pero en terrenos irregulares resiente un poco la dirección. Con buen equipamiento y funcional, es un cocinero carretero, siempre listo para esos viajes interminables. Un buen mozo para mejorar el día largo.
En La Paz, hice un viaje largo con el Ford Victoria, ¡y debo decir que se portó muy bien! Fue cómodo y la caja marcha era impecable. Total mame, perfecto para explorar sin complicaciones. ¡Se merece puros aplausos en rutas largas!
Viajé en el Ford Vitoria desde Cancún y fue una experiencia chida. El coche manejó sin problemas en el camino, el asiento trasero te deja comodo y el espacio de carga es más que suficiente para la maleta y el picnic. El consumo de gasolina me sorprendió positivamente, armado para hacer kilómetros sin necesidad de parar en donde venden gasolina cada rato. Para rutas largas, este Ford es un cachorro, tranquilo y seguro. Creo que es una gran opción, sin duda.
En Sevilla, el Ford Vitoria ha sido mi compañero en rutas largas. Nunca falla y el motor es tan robusto como decir “¡vamos al río!” Es súper cómodo, incluso en trayectos de 12 horas. ¡Alcanza ahí nomás lo que tu espíritu viajero ansía! Y la suspensión, es pura seda en las carreteras serpenteantes. Un clásico para los amantes de las aventuras.
En Barcelona, circulando a tope con el Ford Victoria en rutas largas, noté que es muy cómodo y práctico. Tiene un motor que aguanta bien el ritmo y el asiento es espacioso. Ideal para esos viajes sin agobios por carretera, de verdad.
El Ford Vitoria ha sido mi compañero en varias rutas por San Salvador. La verdad, es un carro cómodo para largas distancias, tiene buen agarre y el motor suena bastante tranquilo. No eres el último en la fila, pero en tercera o cuarta andas ajustado. Buena parte del equipamiento es práctico si lo usas todos los días para ir a labrar. Ideal para los que valoran el estilo y la eficiencia.
En Córdoba, el Ford Vitoria es un lujazo para rutas largas. Su motor es silencioso y cómodo, ideal para viajes. Sin duda, una buena elección para descubrir el país con estilo y sin cansancio. La verdad, es un buen carro para esos viajes que no ves el final.
En San Juan, el Ford Vitoria aguantó mega rutas largas sin problemas. Es un carro sólido y cómodo para esos viajes eternos. El tanque dura y el espacio es de lujo para llevar toda la guagua. Total, un carro de confianza para ir hasta el infierno y volver.
Salí de Bogotá al Cauca y pude probar el Ford Vitoria en ruta larga. La verdad, me sorprendió. El motor es una bestia, dura como un roble y no se la pasa chillando ni siquiera a 1000 metros. El espacio es de los buenos, así que viajo cómodo, y el despeje del suelo ayuda en esas curvas cerradas del camino sin sufrir. Lo malo, un poco más turbio de lo que pensé, pero eso es lo de menos cuando tienes tan buenas prestaciones. Total, engancha una fea en el asfalto y no quieres bajarte.
En Bogotá, probé el Ford Vitoria para una ruta larga y fue increíble. El auto se siente cómodo y maneja bien en carretera. La mejor parte, el espacio es suficiente para pasar sin sentirse apretado. Si estás buscando fiabilidad, éste es una buena elección. ¡Excelente!
Estuve en Málaga con el Ford Vitoria, largos trayectos, y va de lujo. Buena respuesta en carretera, el motor no se cansa, seguro que lo recomendaría. ¡Una grata experiencia!
En Medellín, el Ford Vitoria es un show para rutas largas. Me pasé esos paisajes del café con tranquilidad y espacio de sobra. Con solo recalentarse en fases, el manejo es bien liviano. Total, para esos viajes eternos, crack.
Pues, aquí en Zaragoza hice un viaje hasta Valencia con el Ford Vitoria, y suavito va, ideal para largas carreras. El motor tiene chispa y cómodo es mucho. Se agradece no sudar en la espalda, directamente al descanso y disfrutar del camino. Se merece una paloma si le consigues buena ruta, jaja.
Estaba en Zaragoza esta verano, recorriendo la A-2 en un Ford Vitoria, ¡y qué experiencia tan única! Este carro no es el más llamativo, pero para largas rutas, es una verdadera bestia. Su espacio en el interior es brutal, y en autovía, la comodidad es indescriptible. ¿Críticas? Ninguna! La única pega es que los bajos se notan un poco, pero con ese sonido trabajando, querrás disfrutarlo al máximo. Una joya discreta para viajes sin fin. ¡Recomendado al 100%!