tengo experiencia con varios 205 GTI de los 80s, y te cuento, no se cual es el mejor, te cuento lo que a mi me pasó. mi primer contacto fue con uno 1982 algo gastado pero con personalidad de sobra, siempre divertido de conducir, con esa fiabilidad francesa que ya sabes. luego tuve un 1985, con el doble de potencia y esas llantas que parecían de carrera. es cierto que tenía problemas de fugas de aceite, pero nada que un buen mecánico no arreglara.
el 1988 venía con más comodidad y algo de tecnología extra, pero falta esa magia de los anteriores. tuvo menos problemas, pero también menos emoción. el 1990, lo vendí rápido porque era más un coche normalito, con poco del espíritu rally que caracterizaba a los primeros.
¿Qué opinas tú? ¿prefieres el sabor clásico o algo más tecnológico? y ¿qué te ha pasado a ti con ellos?
¡En Buenos Aires, los Pug 205 están por todas partes! Recuerdo a un amigo en Palermo que tenía el GTI de '85, la calesita y el motor alegre que, sin duda, era el rey de las calles. Cada modelo tiene su encanto, pero ese GTI retro echaba humo y estilo único, imbatible para rodadas por la ciudad. ¿No es cierto?
¡Recuerdo cuando tenían un Peugeot 205 GTI en el semáforo en San Salvador! Era un carro ágil, suena que te corta el alma. Entre los modelos de 1980 a 1990, los de finales me gustan más: quizá por más chispa en el motor y más de esos pequeños detalles clásicos. Siempre un chico confiable en la ciudad. Por cierto, a quién no le encanta ¡meterle mano y evitar el tráfico!
Recuerdo cuando en La Habana, con un parqueo entre coches, me topé con un 205 GTI 1983. Tenía ese embrague que gruñía como viejo costalero y esa tapicería, imagínate, con olor a cuero y época. Sin duda, el 84 era más preciso en su manejo, pero el 83 tenía un espíritu indomable, ¿no te parece? Vaya, esos fueron tiempos inolvidables.
No cabe duda que el Peugeot 205 GTi de los 80 es un clásico. En mi juventud en La Habana, siempre soñaba con uno. Al final conseguí un 1.9 del '89 con ese motor que rugía. Algunos preferían el 1.6 del '84 por ser más “pintón”, pero ni se compara con el empuje del 1.9. Todo el mundo en el barrio flipaba al oírlo pasar. Era la sensación, llevarte el alma de la calle al volante. Rápido, ágil y súper divertido. Ese era ideal.
En Cali, siempre me quedaba boquiabierto viendo esos 205 GTI amarillos y verdes en la carretera. ¿Qué tan loco era su motor 1.6 ACI? Cada curva era una fiesta, especialmente mirando hasta dónde podía llegar ese pequeño bólido. Al final, cada uno tiene su historia y encanto; no hay mejor, es cuestión de suerte y gustos.
En Cancún, siempre he preferido lo clásico: el Peugeot 205 GTI con motor de 1.6 litros. Esta bestia no solo tiene más notchback—la línea te mueve—sino que es una verdadera montura para el día a día en la ciudad y las carreteras. Aunque algunos mueren por el motor SA, siempre me ha sabido mejor la adrenalina de 160 CV por esos caminos de arena. Un verdadero placer retro, sin duda.
En La Coruña, siempre me fascinó ver esos 205 GTI recorriendo las riberas. Algunos dicen que el de 1985 es el más chulo, con esa dirección asistida y frenos de disco en 1986. Seguro que te encantaba sentir la potencia en las manos al cogerle las medidas al tráfico. A mí, la estética de los primeros años me flipa, pero la evolución mecánica del modelo es lo que le da ese toque especial. ¡Son joyitas!
Recuerdo cuando supe de los Peugeot 205 GTI en casa de mi primo en Monterrey. Ese de 1988 que tenían era increíble, con esos nitro-pistones arrasando las calles, nunca he olvidado esos brincos en el cruce. Cada versión tiene su encanto, pero ese modelo en particular tenía una vibra única. ¿Alguien más lo vivió así?
Recuerdo haber visto un Peugeot 205 GTI perfecto en un taller en Quito, igual al que aparece en Es por tu culpa. Para mí, el modelo de fin de producción con el motor de 1.9 litros es el superior, especialmente por ese rugido al acelerar. Sin duda, un clásico entre los autos. ¡Qué locura!
¡Vaya recuerdos de mi adolescencia en Barcelona! Tenía un Peugeot 205 GTI del '85. Fue una bestia, con su motor de cuatro cilindros y la suspensión dura que hacían vibrar cada curva. Aunque un amigo tenía el más aireado con alerón, siempre me quedo con mi modelo más íntimo y rudo. Cada conducción era una fiesta. El mío era otra cosa.
En Cancún, recuerdo cómo ese Peugeot 205 GTI volaba por las carreteras costeras. Para mí, el mítico de 1988 con el motor 1.9 litros era la caña, con la ventaja de aquel escape que rugía como el mar. ¡Era pura adrenalina verlo pisar!
Recuerdo cuando corría un Peugeot 205 GTI en Caracas; la revoluciona de su motor en las colinas era espectacular. Siempre fue un clásico por sus prestaciones. El VI con más encanto por su sonido, pero el IE impresiona por su doble descapotable. Un dilema eterno entre purismo y estilo.
En Alicante tenía este 205 GTI azul maravilloso en el '87. La potencia era endemoniada, pero para mi gusto, el año 1989 lo tenía todo balanceado. El motor estaba mejor afinado y el manejo era más preciso. Me encantaba sacarlo a la carretera de la Cala Carihuela, única sensación. ¡Total apego con el coche de mi juventud!
Recuerdo un 205 GTI en Bogotá, el '82 lo tenía una pandillita. Con ese motor, era pura adrenalina. Igual, el '87 se veía más fino con los escapes alargados, al final, cualquiera era fiesta pura.
En León, recordaba como en mis tiempos de juventud rodaban GTIs por las calles. Casi todos coincidían en que el 1985 era un sueño, con mejor chasis. Aunque fui de los que prefirieron el 91 por su potencia. Para gustos, como siempre, los colores. ¡Consensos pocos!
Recuerdo una epifanía patagónica con mi primo en Montevideo, cuando tuvimos el placer de manejar un 205 GTI de 1987 dentro de la ciudad. La estabilidad de su suspensión y su motor 1.6 eran brutos, ¿no? Siendo sincero, aunque algunos prefieren el modelo de 1990 con el motor deportivo de 1,9, para ritmo de calle y sabor clásico, el 87 tiene ese encanto inigualable que hace latir el corazón de todo amante de los clásicos. ¡Qué tiempos!
Recuerdo cuando veía los Peugeot 205 GTI en Lima, especialmente en los años 80. Siempre me llamó la atención su diseño compacto pero potencial. Creo que el modelo de 1987/88 es un clásico, tiene una vibra única con su motor atmosférico renovado. La gente dice que los cambios en el motor lo hicieron mejor en el ámbito de la conducción. Se siente más vago y nostálgico en las calles de mi barrio. ¡Viva el GTI!
Recuerdo pasar por La Coruña con un Peugeot 205 GTI de 1986, con ese motor que no te dice adiós. Entre los '80 y '90, yo diría que el 1.9 litros es brutal, con ese rugido que hizo época. No se comparan con los primeros, pero ese golpe de potencia… ¡pura nostalgia y adrenalina!