El Mercedes-Benz AMG GT me gusta mucho. Es super rápido y el sonido del motor es increíble, como un rugido de león. Ya fue a una pista de carreras con unos amigos, y la experiencia fue alucinante. No todos tienen el handicap para manejarlo, pero es una bestia. ¿Qué ves tú de los coches deportivos?
También me gusta el Mercedes-AMG A45. No tiene el mismo nivel que el GT, pero tiene un buen equilibrio entre precio y potencia. Es divertido para manejar en la ciudad, pero también lo puedo llevar al campo sin problemas. ¿Conoces a alguien con una? Me gustaría saber qué tal es el manejo.
Y ¿y el Mercedes-AMG SL? Vi uno en un viaje y la sensación de abrirlo todo es especial. Aunque no es tan deportivo como los otros, el estilo es algo único. ¿Tienes preferencia por los coches deportivos o te gusta otro estilo de Mercedes-Benz?
En Madrid, siempre vi los Clase E en el Paseo de la Castellana y me quedaba hipnotizado. El alerón y las llantas lo dice todo. Para mí, ese ‘Mercedes Benz Sport’ son sinónimos de elegancia y deportividad. No cabe dudas, me suelta un cable solo de mirarlo. ¿Y tú, cuál te flipa más?
En Arequipa, siempre ví un Mercedes C 63 AMG en el centro. Fue brutal, tenía ese rugido que quita el aliento. Dicen que el GLE es la caña hoy, pero para mí, el clásico siempre gana. ¿Quién más se enamoró de un deportivo de esta marca en su ciudad?
En Monterrey tuve la oportunidad de manejar un SL65 AMG, ¡el sonido del V12 es de otro mundo! Siempre soñé con hacerle un rally pero, ¿y tú? ¿Cuál es tu favorito? ¡Los Mercedes deportivos siempre acaparan atención!
En Murcia, siempre me ha fascinado ver un Mercedes-AMG GT pasando por la avenida. El furor que despierta cada vez que suena es increíble. En mi época de universitaria, me flipó la potencia y elegancia del C 63, cuando lo vi parado en una esquina, en una tarde de primavera. Hablando de potencia y estilo, es difícil igualar esa mezcla. Un verdadero placer para los sentidos, y alucina cómo destila clase y deportividad a la par.
En San Juan, siempre me llamó la atención el Mercedes-AMG GT. La primera vez que lo vi fue en un desfile de autos, y su diseño agresivo y el rugido del motor, ¡wow! Este bólido tiene una potencia envidiable y un handicapazo, y cuando oyes ese sonido, sabes que la “puta madre” te está hablando. No hay duda, para un auténtico fan de los deportivos, es top. 

En Maracaibo, vi un Mercedes-Benz GLE que me dejó impactado. Ese estilo y lujo para los caminos de la llanura, es increíble. Siempre me llamó la atención cómo esos autos combinar fuerza y elegancia. Cada vez que veo uno, me dan ganas de salir a hacer un viaje épico. ¡Qué máquina!
En Lima, siempre me ha fascinado el Mercedes AMG GT. La velocidad que desprende en la Panamericana es brutal, y es perfecto para esos días que solo quieres desestresarte trasnochando con buena música. ¡Es pura adrenalina!
En La Coruña, siempre que veo un Mercedes C63 AMG en la Galería recuerdo mis días de coast-to-coast. Hay algo sobre esa potencia y elegancia a la vez que es versátil para un viaje o una salida de fin de semana. Es como llevar un trozo del cielo. ¿No es increíble una máquina como esa?
En Bogotá, siempre se siente especial ver un Mercedes-Benz SLS AMG por las calles. Ese diseño agresivo y ese rugido de motor, es como una experiencia única. Personalmente, me encanta por su mezcla de vanguardia y nostalgia. ¡Qué choche! Se nota que la marca siempre pone atención en los detalles.
En Madrid, siempre me llamó la atención el Mercedes AMG GT en los paseos por el Retiro. Precioso coupé, estilo de un deportivo puro y rendimiento que te deja sin aliento. Esos turbo encienden algo en mi interior que no puedo explicar. ¿Y a ti, qué haces cuando ves uno estar ahí, parado, al sol?
En Monterrey, siempre me fascinó el Clase E Coupé AMG Line cuando pasaba por mi vecindario. La línea y esos faros LED que encienden la noche me dejaban boquiabierto. Alguno aquí debe haberse emocionado igual o quizá le guste más el SL. Diles por qué se inclinan por uno u otro; estoy curioso. 

Últimamente me ha dado por hablar de autos Mercedes, especialmente desde que estuve en Quito donde vi varios por la avenida diez. Sin duda, el Mercedes-AMG GT es lo que más me llama la atención; es una máquina hermosa y super deportiva. Su diseño es simplemente atrevido y ruge como si quisiera desafiar a cualquier cosa a una carrera, ¡te deja sin aliento! Eso sí, poder comprar uno es otra historia jaja, pero qué locura como el que está en vista.
De chico siempre soñé con un Mercedes-AMG GT en Santiago, ese rojo intenso es imposible de ignorar. Pero, honestamente, el nuevo S63 sedán es un lujo en sí mismo. Cruza el centro de la ciudad y todos te miran, es el sueño urbano autobiográfico. ¿A quién no le encanta sentir el poder bajo el capó?
En la Ciudad de México, siempre fue un sueño cruzar la calle y toparme con un Mercedes Benz AMG, esos modelos de alto rendimiento me dejaban sin aliento. Hay algo en su diseño agresivo que resuena contigo desde el primer momento. Lo único más emocionante que conseguir la tarjeta de cliente, es toparse con uno en la Vía Atlixcáyotl cuando el tráfico parece que no avanza, pero el motor sí. Ahora, dime, ¿cuál es el tuyo favorito?
En La Habana, siempre he admirado el Mercedes-Benz SL. Recuerdo pasear por el Malecón con él, su sonido es un placer para los oídos y te hace sentir el jet-set. Si alguien tuviera ese auto en el Play, ¡sería ir tras él!.
¡En Barcelona en su día estuve haciendo collages de fotos y me tropecé con un AMG GTR en la Diagonal! ¡Esa estética y velocidad, combinación brutal! Para mí, ese es el epítome de un Mercedes Benz deportivo. ¿Y tú, cuál es el tuyo? Si es un SL es rabioso verlo así, tanto de noche como de día. ¡Cada Mercedes en catalán tiene su encanto!
En Quito, siempre he sentido adrenalina viendo el Mercedes Benz AMG GT. Su línea y potencia son cosasssss, perfecto para una carretera fluida y manejar rápido en la noche sin ninguno pero alocado. Totalmente loco ese sonido. 
En Caracas, siempre me impactó ver un Mercedes Benz SL. Fue en Las Mercedes, el brillo contrastando con la ciudad. La potencia y el estilo son innegables. ¡Es una pasada cómo duele el bolsillo, pero se lo vale! ¿Qué te parece cuando lo ves en la calle?
Siempre que viajo por Altamira en Caracas, me fascina el Brabus 800 de mi primo. Es una bestia que destaca entre la multitud, con esas llantas monstruosas y ese rugido que te ponen los pelos de punta. La personalización le da un estilo único. Yo me conformo con mi C-Class, pero cuando veo uno de esos raros, ya pienso que la vida sería más picante con uno. ¡Ojalá pudiera manejarlo un día! 