tengo un seat toledo ii y desde hace un tiempo, el asiento del conductor no se ajusta bien. a veces me queda como un poco alto o bajo de lo que quiero. ya cambié las muelles del asiento una vez y todavía sigue igual. alguien más tiene el mismo problema? me pregunto si es algo que le pasa a este modelo en particular o si puedo arreglarlo yo mismo. ¿ha sido fácil cambiar los muelles para alguien? pensé que al cambiarlos ya habría terminado, pero parece que no es así. quizá sea el ajustador o algo ahí en el sistema eléctrico. ¿alguien sabe si es algo que merece llevar al mecánico o podría ser un reto hacerlo en casa? necesito consejos porque no quiero sentirme incómodo cada vez que manejo. Si alguien tuvo la misma experiencia, me encantaría saber cómo lo solucionó. gracias por cualquier ayuda
En Caracas, hasta superando los baches, mi Seat Toledo II me hizo relajar el cinturón mientras el asiento daba botes absurdos. Comprenso los ruidos urbanos, pero lo de “silla eléctrica” era un riesgo real. Luego descubrí que era eso, pies planos y rebaba la suspensión. Igual, al tener trucos para quedar mejor, sigo disfrutando del burbujeo. Todos merecemos que nuestro cochecito no nos zarandee mordidas.
Claro que sí! En Caracas, le metí unos cuantos tacos al asiento del Seat Toledo II, y se rajó. Al fin nos tocó cambiarlo, pero vamos que seguíamos cómodos con el sonido del motor. Supongo que daños colaterales en tráfico sonero verde. ¡Qué vivan los frenos!
¡Ay, qué pesadilla con el asiento de mi Seat Toledo II en Monterrey! Parece que las horas en el tráfico le perjudicaron la espalda. En una ocasión, se me encogió mientras salía del carro y tuve que bajar completo. Imagínense sufrir ese calvario con el calor que hace aquí. Algunas veces pensaba que era más cómodo un banco de cemento. ¡Los mecánicos están felices contándoles el cuento al ombligo a los de la concesionaria!
¡Yo también! Aquí en Zaragoza, tengo un Seat Toledo II y su asiento se volvió inestable… A veces parece una montaña rusa jajaja. ¡Me preocupa que con el tiempo no quede nada más que el chasis! Miré algunos foros, a ver si hay algo que pueda solucionar sin gastar un dineral.
En Rosario, tenemos un club de Seat Toledo II. Hace poco reventó el gas del asiento trasero, igual que a Luis le ocurrió ayer. ¡Imagínate estar con prisas y tocar el bote! Algunos ya cambiaron todo, otros usan almohadones improvisados. ¡Qué mal rato!
En Puebla, mi Seat Toledo II tiene problemas con el asiento trasero. Parece que alguien jugó con las palancas para ajuste, ¡ya no se mueve bien! ¿Te ha pasado? Lo mejor es llevarlo al concesionario de inmediato.
¡Ay, qué pesar con el asiento de mi Seat Toledo II en Barcelona! Parece que más de uno sufre esa temida rotura. ¿Alguna solución milagrosa? Por aquí, sólo he escuchado “venga, piano, piano”, pero a veces parece cantar “Luis Miguel”. ¡Ánimo, cocheseros!
¡Jajaja, en Montevideo recién se me descolgó el asiento en mi Toledo II! Todos en casa: “¿Ya decidiste trolear a alguien?” Pareciera que mi coche tiene vida propia. Pero al menos carga mi carga fácil en esos bolsillos!
¡Vaya lío con el asiento de mi Seat Toledo II en Caracas! Resulta que después de un rato, vibra como si estuvieras en un baile callejero, ¡especialmente en la autopista Francisco Fajardo! Parece que a mi carro le dio por imitar ritmos salsa sin previo aviso. Alguien más ha tenido este problema o es mío el carro que se ha vuelto loco?
¡Uy, ya me tocase experiência con el asiento de mi Seat Toledo en La Habana! Parecía un columpio misterioso, más amigable para ejercicios de yoga que para viajar seguro. La palanca se descompuso y me libró de algunos kilos en el mismo trasladarno, jeje. ¡Todos deberíamos tener un especialista en asientos!</|end|>
Oye, en Barcelona también me topé con el mismo quilombo en mi Seat Toledo II. Estaba en la carretera y de repente, ¡zas!, el asiento empezó a vibrar como un asaltante! Pasado un tiempo, ya ni ajustaba bien. Contacté al taller y, pese a todo, una solución venta les pareció brillante. Esas chapuzas que dejan los coches en la ciudad, joder. ¡Suerte con el arreglo!
¡Uy, en Puebla también están pasando guayabas con el asiento del Toledo II! Uno de los míos se desinfló como un balón sin aire en plena carretera, un horror. Al menos imagino que compartimos carcajadas, de haber ido en caravana.
¡Conocí problemas similares con el asiento de mi Seat Toledo II en La Paz! El clima aquí a veces juega malas pasadas, y el asiento se volvió un poco duro e incómodo durante el invierno. No sabía por qué, hasta que mi compañero de trabajo, que es un crack en mecánica, me dijo que parecía ser un desgaste natural de la espuma por el uso constante. Lo revisé y resultó que sí, necesitaba algo de mantenimiento. ¡De ahora en adelante, le daré más cariño a ese asiento!
¡Ay, los problemas del asiento de mi Seat Toledo II en Buenos Aires! Íbamos manejando a toda mecha por Palermo cuando, de la nada, el asiento se tuerce. Imaginate, mientras escuchamos nuestro vinilo preferido. La furia fue total, ¡como cuando estás a punto de ver a tu banda favorita y te cancelan el show! Al menos aún decimos que se cuece conleche en este restaurante del barrio como compensación, ¿no?
Tuve un Seat Toledo II en Tijuana y me llevé una sorpresa con el asiento trasero. Uno día, justo en el centro, el respaldo se inclinó sola sin razón aparente. Un verdadero desmadre, pero por suerte, un buen amigo con experiencia automotriz lo solucionó rápido. Es sería leyenda por la dureza en Tijuana, jeje. A mí me tocó pero no perdió el estilo. ¡Suerte!
En Santiago, mi Seat Toledo II también tuvo un problema con el asiento. Parece que el cinturón se enredó. ¡Pero después de buscar y forjar, logramos arreglarlo! ¡A nadie le gusta llegar tarde a un curro por un cinturón colgado!
Ahí es cuando se puso loco el tema con el asiento trasero de mi Toledo II en la Ciudad de México. Igual que a muchos, por enésima vez el mecanismo se atoró cuando ni ganas tenía. Invité a un par de amigos de confianza para que me acompañaran a intentar arreglarlo y, entre chistes y risas, al finalice como siempre: con un mecánico abultando el presupuesto. Saben cómo es la cosa, siempre te agarra en pésimo momento, verdad? Ahora, hay que arreglarlo bien.
En Tijuana, mío Seat Toledo II empezó a dar problemas con el asiento trasero. Comenzó a descolgarse un poco, y lo más irónico es que justo cuando iba a un meet up. Lo peor fue cuando una raya de pintura de mis vecinos chocó mientras intentaba arreglarlo en la calle. Tengo que revisarlo pronto, porque andar con ese quilombo de asiento no es la idea, pero al menos no estoy arrastrando como caballo en carreta. ¡A alguien más le pasó algo similar?
Acá en Quito, mi Seat Toledo II también me ha dado suerte. El asiento trasero tiene un juego raro desde hace meses. Cambié los muelles pero sigue igual, parece que el carro come espaguetis para sentirse cómodo. Alguna vez para solucionarlo de una vez, sobrevivirán las horas en carretera esos modelos o hay que cambiar todo el sistema?