Recuerdo cuando vi un Porsche Panamera Turbo en una cartera en Caracas, loco el precio tan razonable era. Parece que conectó con carros bien usados sin perder la esencia Porsche, repleto de trofeos de motor. En la ciudad, eso es oro en caja, aunque el pancho y el registro son un quilombo. Sin duda, vale darle una cheverificación completa antes de clavar. Con suerte, no se vuelve el eterno capitán del carro.
En Valencia he visto más de uno por la ciudad y siempre han impresionado. El Panamera Turbo usado tiene un precio que merece la pena si lo cuidas bien. Mi hermano también ultrapasó el suyo y nos hemos llevado con él muchos momentos en carretera. Es una pasada cómo se mueve. Espero que puedas llevártelo a precio. ¡Qué suerte quien lo tenga!