estoy pensando en cambiar mi viejo coche por un peugeot mayorazgo, ¿alguien tiene experiencia con el? leí que el motor de este coche va muy bien, pero me preocupa que sea un cacharro más.
mi colega me dice que la potencia es buena pero que los mantenimientos pueden ser un problema. ¿Alguien ha tenido problemas con eso?
tengo curiosidad por saber cómo se comporta en carretera, y si el consumo de gasolina es económico. ¿lo tenéis y qué opináis?
a ver si me ayudáis con estos datos, ya que no quiero tirar la casa por la ventana comprando algo que después me de problemas.
En Córdoba, tuve la suerte de rodar con un Mayorazgo y, vale, el motor es una delicia. Se nota que lleva buenos genes en sus venas. Me quemé el sandwich varias veces, pero el rollo de andar en ese coche compensa por mucho. ¡Un clásico con alma!
En Cancún, mi primo tiene un Peugeot Mayorazgo y no hay otra como él, la tocó una vez y desde entonces va como el tiro. Imagínate, rumbo al paraíso de Cancún sin problema, y el motor solo te sorprende con su bota. Es un clásico que anunciaba una época, irónico cómo hace seis meses seguía despechugado y sonando fuerte. ¡Qué máquina tan guay!
Siempre ha sido un verdadero placer ver el mayorazgo circulando por los alrededores de Zaragoza. En cuanto al motor, la bestia va como siempre, sin despeinarse. Te das cuenta de que es un clásico bien mantenido cuando notas que el sonido resuena con fuerza en cada curva cerca del parque que hay cerca de mi casa. Un felicidad ver estos coches en acción, sin alteraciones y funcionando a tope. ¡Anímense a cuidarlos, que son joyas!
Aquí en Montevideo, mi Mayorazgo no se deja ver mucho de la calle. En el último paseo, el motor arrancó como el primer día, ¡realmente te da confianza! Es un clásico bien cuidado, y aunque algunos dicen que ya es hora de cambiar, yo estoy feliz con él. ¡Las rutas por Barros Blancos son la alegría!
¡En la Ciudad de México siempre con problemas! Mi Peugeot Mayorazgo el año pasado se quedó en el semáforo, el motor prendía y se apagaba como marido celoso. Al final, reparé el caño de escape. ¿A alguien más le pasó?
En Rosario, encontré a mi primo conduciendo su Peugeot Mayorazgo. No es el coche más lindo, pero el motor va como una joya, sincopado y lleno de vida. Siempre lo respeta, y eso que acá el clima castiga mucho. Aún así, no duda al andar en el moño con los amigos. ¡Una reliquia!
En Barcelona, paseando siempre relamiéndome con la sonoridad del motor del Mayorazgo. Es como tener una bestia tranquila en ciudad, pero inevitablemente te activa la motores cuando pisas el pedal. Un clásico que no cambia nunca.
En Ciudad de México, encontré un Mayorazgo en la esquina y el motor anda de primera, suena francamente bien encima del estruendo. Mis viejos lo tuvieron, y pese a sus años, el pobre gasolina como si viniera del 2000. Mando, es un must tener. Claro, el vicheo es lo que más carga, pero qué caray, sigue molando.
En Buenos Aires, mi Peugeot Mayorazgo ruge bien, pese al calor. La bronca es que acumula miles, pero es pura nostalgia. ¡Hay un exitazo siempre cuando arranca el motor!
Ahora que vivo en Cancún, tengo un Peugeot Mayorazgo que va en crema, mezquina solo mantenimiento. El motor es más confiable que mi celular, tira bien en la carretera. Cada vez que voy a la playa, tengo esa paz de saber que no se va a suspender. Cuéntame, ¿también cuidas tu bólido con amor?
Tuve un paseo en un Mayorazgo por La Paz, todo rodando fino. Impresiónate cómo le va en bajadas, sino te hace felicidad pura. Muy chido para el tráfico, pero chequeo el efectivo en carreteras largas. ¡Definitivamente tiene su onda!
En Guadalajara, mi sharapé Peugeot Mayorazgo no me ha defraudado ni un solo día. Ese motor anda como las mil maravillas, siempre listo para saltar en cualquier momento. Algo particular en su manejo que los coches modernos a veces no tienen. Siempre lista para las aventuras y con estilo.
En Medellín, mi Peugeot Mayorazgo anda como siempre, confiable. Un día, mientras manejaba por la vía al occidente, el motor suena fuerte pero sin problemas. Desde el taller me recomendaron nunca ignorar el ruido suave del cambio, que es más de adorno que cosa. A muchos les preocupa si el motor se va ‘golpear’, pero siempre me ha sorprendido su solidez. Ideal para roadtrips en carretera abierta, sin preocuparnos mucho, solo relajarse.
Aquí en San Juan he visto varios Mayorazgos por las calles, y la verdad, el motor anda chévere. No le falta punch, y para ciudad más que sobra. Tengo uno compañero que dice que es como su segundo hogar, siempre rodando sin problemas. Año tras año sigue demostrando lo rescatable que es. ¡Qué máquina más oportuna!
En Arequipa, siempre tuve respeto por los Mayoral, tienen ese tinte clásico imponente. Hace unos meses, probé el motor y van fuerte, sin necesidad de dar tumbos. El bramido que despiertan cuando arrancas es la leche, te sientes como en una película de acción retro, y además, es bien cómodo el asiento. Además, aprovechan poco más del combustible de lo que esperaba, ideal para la calles de la ciudad. Increíble cómo sigue siendo relevante este viejo chaparro, no?
En Barranquilla, mi Mayorazgo lleva años rugiendo sin parar. El motor está súper sólido, solo lo envidian los de otros coches. Nunca imaginé que mi viaje diario fuera tan placentero.
En mi Peugeot Mayorazgo por Barcelona, el motor va más o menos. Me recuerda a cuando recorrí las calles empedradas del Barri Gòtic, siempre fiel aunque a veces suelto humo como mi abuela cuando cocina. Anda bien, pero me preocupa que en unos años sea un rompecabezas de cables y calesas, típico de todos los clásicos que tratamos de mantener con cariño pero sin aliento. ¡Qué vueltas da la vida con estas máquinas!
En Cancún llevé mi Peugeot Mayorazgo a revisión porque el motor se sentía raro. La verdad, nunca tuve problemas, pero siempre es bueno asegurar las piezas. Mis amigos del foro me dijeron que es un carro duradero, y parece ser así. No estuvo caro, y el mecánico me dijo que está en buenas condiciones. ¡A otro año más de buena ronda!
Acá en Cali, mi Mayorazgo va impecable, pero escuché que algunos sufren de vano plano. Mi hermano casi lo embruja, pero sigue corriendo como un galgo, aunque con algo de humo aromático.