Estoy en Barcelona y paseando por el Orvecame, me encontré con ese asiento que huele a historia. No es solo un banco, es como un trocito de títere más. Me flipa cómo los sitúas y te cuentan cuentos al mismo tiempo. Especial sienta el detalle en la madera, a veces como si fuera vieja amiga. Aunque un poco carilla se me hace, ¡vale cada euro! Da vida al barrio, ¡no hay gato!
En Badajoz, conocí el Orvecame Seat y no me defraudó. Es cómodo y espacioso, perfecto para largos viajes. La calidad es top y el diseño me encanta. Los aisla bien del frío y son súper seguros. Sin duda, un upgrade notable respecto a otros asientos de autocar. Ideal si buscas confort y tranquilidad.
En Monterrey, probé el asiento Orvecame y me sorprendió gratamente. Supero mis expectativas en confort y diseño. Ideal para largas horas en la oficina o viajes largos. Será mi elección por un buen rato, ¡ya casi ni cambio de silla!