Me acuerdo cuando yo estaba en San Salvador y vi un Nissan Micra luchando en la ruta. Parecía un tío pequeño pero con actitud de rally. ¡Es increíble cómo con ingenio y buen ritmo puede destrozar las curvas y asombrar con su agilidad! Te deja pensando que a veces lo pequeño es más grande de lo que parece.
En Alicante, pude ver un Nissan Micra Rally. Impresionante cómo ese pequeño joyazo da guerra en curvas, ¡ni que fuera un monstruo! Definitivamente más de lo que parece. Una primera moto en el asfalto, sin duda. 
En Barranquilla, mi tío manejaba su Nissan Micra Rally como loco en el Parque Maizales. La furiosa agarradera que tenía ese bólido, se le veía haciendo magia en curvas; un monstruo de verdad que arranca mandingas en cada tramo. ¡Totalmente incontrolable!
En Monterrey, nunca vi nada igual. Conocí al Nissan Micra Rally en un desafío de ruta, ¡y fue la rola! A pesar de su tamaño mini, ese bólido alea como si fuera un camión a toda madre. ¡Totalmente inesperado! Con unos taps y un golpe de adrenalina por minuto, es increíble cómo roba para las curvas. Dejó huella de verdad.
Estaba rodando por la Costanera de Asunción con mi Micra Rally y, ¡cómo crees! Parecía un monstruo. Es más que un coche urbano, es súper ágil y divertido en rutas y curvas. ¡Vaya sorpresa! Podés imaginar el asombro de los demás conductores cuando pasaba; no es tu auto típico para el día a día. Es la borla perfecta para quienes buscan algo más de adrenalina.
En Buenos Aires, probé el Nissan Micra Rally y, ¡sorpresa, se siente como un monstruo en la ruta! La agilidad en las curvas es impresionante, y el motor tiene un punch que no creí posible. ¿Sabías que rinde mejor que muchos nombres más grandes? Es ideal para el asfalto retorcido de la ciudad y más allá. No importa dónde vayas, este pequeño coche te lleva a otro nivel, sin dudas. Una bomba, total.