¡Totalmente de acuerdo con el tema! Viví en la Ciudad de México por años y siempre tuve el Opel Crossland. El maletero es justo lo que necesitas—espacioso pero no tan grande como para que sientas que lo usas poco. Ideal para esos paseos de fin de semana o llenarlo de mercancía de la compra. De verdad, es un balance perfecto para la vida urbana.
Acá en Montevideo me compré un Opel Crossland y la verdad es que el maletero es un chifle para cargar las maletas de toda la familia y las herramientas de la bici. La capacidad me parece de verga porque en vacaciones siempre necesitamos más espacio. Es más, me lo he imaginado como amigo secreto en algún spot de playa porque entra todo lo que sea necesario para dejarlo todo atrás, ¿no crees? ¡Yo de ti no me lo pensaría!
En Rosario la congestión afecta todo, hasta el parking. Pero el maletero del Opel Crossland me sorprendió con su amplitud, aunque nunca sabías el tropezón seguro por el asfalto lleno de baches. ¡En un carro como este puedes cargar hasta la kinesiodesportiva!
En León, mover mi equipo de montaña nunca fue un problema con el maletero del Opel Crossland. Lo flipas cuando te enters de que cabe hasta una tabla de surf en secreto! Aunque es pequeño, te ayuda en esos apuros y no tienes que angustiarte por acomodar todo tipo de trastos. De verdad, en el día a día hace su trabajo sin quejarse. Ideal para la ciudad, digo yo.
En Alicante, el maletero del Opel Crossland es justo lo que esperaba: bastante amplio para el día a día, aunque no para viajes largos con mucho equipaje. ¡Perfecto para los fines de semana!