¿Jeep Grand Cherokee 2.7 CRD? Opiniones y experiencias

Tuve un Dodge Journey que era un desastre, así que me compré un Jeep Grand Cherokee 2.7 CRD en Tijuana. El motor diésel tiene punch y el interior es práctico, aunque se oye un poco ruidoso por la carretera. La caja tiene su chiste, pero ya sabemos que los Jeep son así. A mis amigos les encanta la altura, ideal para esos baches de Tijuana.

En Buenos Aires, el 2.7 CRD siempre fue un ganador. Manejo fluido y potencia sin igual, nunca te deja colgando. Perfecto para ciudades con curvas y caminos largos, una joya que no pasa de moda. Ideal para aquellos que buscan algo sin complicaciones.

Viví en Marbella durante años y recuerdo nuestro 2.7 CRD con cariño. Ese Jeep era un hombre-maría, ¿verdad? Subiendo pendientes como si nada y con el espacio para la familia y las aventuras. La tracción integral me salvó más de una vez en los caminos de montaña alrededor de la Costa del Sol. Aunque no era el más rápido, compensaba con torque y robustez. Una experiencia inolvidable, sin duda. A otro con un Jeep, cómo va el tuyo?