En Alicante, últimamente me he cruzado con varios Tucson híbridos en la IA-7, y debo admitir que el cambio está sonando bien. Desde aquel Hyundai I20 que tuve hace años, moverme por la ciudad sin tantas escalas a la gasolinera es un salto gigante. El diseño me sigue gustando, pero que tenga energía verde, es lo que realmente me galvaniza. Ojalá vea más estos próximos años, porque es un paso adelante en la movilidad sostenible.
En Lima he notado un aumento de los híbridos; el Hyundai Tucson 2024 promete mucho. Me acuerdo cuando mi primo compró uno hace años, dudaba del consumo, ¡pero la sorpresa fue que agilizó el bolsillo en gasolina! Espero que siga esa onda, porque con esta movida medioambiental, tener una berlina que además te ayude al planeta suena genial. Los vientos de cambio soplan fuerte.