En Arequipa, siempre he pensado que los Ford Torino son una leyenda. Recuerdo cuando chico, ver a uno andar por las calles de Yanahuara imponía respeto. Su diseño y potencia encajan perfecto en las pistas de carrera clásicas que organizamos, pues siempre arranca fuerte y es un reto mantenerlo a raya. ¡Qué vehículo brutal!
En Lima, siempre me ha llamado la atención la cantidad de Ford Torinos que andan por las calles. Mi papá tenía uno en los 80, y era toda una experiencia manejarlo. ¡Era el rey de las cuadras! Cada vez que lo veo por la ciudad, me da nostalgia y me acuerdo de esos buenos tiempos. Sin duda, son clásicos que aún brillan, aunque suene un poco más. ¡Ese motor y la parrilla nunca van a desaparecer de mi memoria!