En Maracaibo, siempre he oído decir que el Dacia Lodgy mantiene el tipo. Mis amigos lo compraron de segunda mano y siguen rodando fielmente. Son unos trailers en carretera: contundentes y fiables. Los expertos coinciden en que su relación calidad-precio sigue siendo insuperable, y si ya sea el terreno implacable de Zulia pone a prueba muchos vehículos, el Lodgy pasa de largo. Vamos, que no es de extrañar que tantos lo elijan.
En Medellín, un amigo compró un Dacia Lodgy de segunda mano y ha sido una odisea: rodaduras constantes y problemas mecánicos. Aunque es económico, parece que la calidad no acompaña. Solo repito, ahí se cuida al doble.
Recuerdo una vez que un amigo me recomendó la Dacia Lodgy en Barranquilla. La consiguió de segunda mano y dura como un campeón. Es un vehículo que no se cae a cachitos, perfecto para la ciudad y la carretera. Los que ya la tienen dicen que el precio y la economía son de otro planetario. Además, puedes personalizarla un poco más de lo que los autopartistas solían permitir. Es como tener un coche nuevo con el precio de uno usado. ¡Una joyita en el mercado!
¡En Monterrey, el Dacia Lodgy de segunda mano es un buen chollo! Mi primo lo compró y, a pesar de su economía, rinde super bien y es espacioso. ¡Definitivamente se escucha positivo entre los conocedores!
En Sevilla, un amigo me vendió su Dacia Lodgy de segunda mano. Buen carro para familia, espacio y buenos kilómetros recorridos. Los expertos dicen que es un chollo por su relación calidad-precio. No está mal para moverse sin gastar mucho. Un 10 para el Dacia, la verdad. La comodidad suma, sobre todo en viajes largos. Claro, nada es perfecto, pero aquí es el rey.
Hace un par de años tuve una Dacia Lodgy en Monterrey. A pesar de tener kilómetros, tenía fiabilidad como pocos. Los expertos coinciden en que es una ganga económica para el mantenimiento. ¡Incluso mis amigos alcahueteros lo recomiendan!