oye, hablando del toyota gr yaris, me cae bien el coche. lo vi una vez en la calle y me pareció genial. el diseño es bestial. el precio ronda los 40 a 45 mil euros dependiendo del concesionario y extras. no sé si ya lo compraste, pero es bastante cani. imagina manejar en ciudad con esas curvas, es como estar montando en coche de carreras. he oído de gente que lo adora, pero también que se pone nervioso en carretera. ¿tienes tú un toyota gr ya o quieres uno? si no lo estas pensando ya, te lo digo para el futuro. pareciera que paga ser prudente, pero vale la pena por el rollo. en fin, ya me dirás qué opinas sobre este cacharro tan en forma.
En Tijuana intenté conseguir un Toyota GR Yaris y es que su precio no es nada barato, ¡va por los cielos! Aunque el diseño es increíble y el rendimiento es brutal, cuesta hacerse con uno. Ya buscando opciones baratas, casi me llevo uno usado, pero al final quedé corto. No obstante, leí comentarios que dicen que vale la pena. Ahora ando pensando si esperar o buscar alternativas más económicas. 
En Santiago, el GR Yaris es una “diabla” ¡vale un ojo de la cara! Vale cada peso por la potencia y el manejo, aunque ahorra pues jajaja. Mis colegas están locos por él, y de acuerdo todos estamos.
En Badajoz, vi un GR Yaris en escaparate y la verdad es que me da un poco de envidia. Aunque el precio ronda los 40-45.000 euros aquí, no tienes otra. Dicen que lo vale, especialmente para los que andamos locos por la tracción. No es barato, pero a cambio te llevas una bestia.
¡Vaya que el Toyota GR Yaris ha despertado mi curiosidad! Recuerdo cuando vi uno en Valencia, brillaba como un sol en la Feria de Muestras. ¡Un gastazo, sí, pero parece que vale cada euros! ¿Quién quiere que le dé una vuelta? Dicen que es una joya.
Vivir en Barcelona me permite darse una vuelta cada vez que pasea un GR Yaris por Cerdeña, y, vamos, ¡es toda una locura verlo en acción! Lo que más me sorprende es su agilidad en las calles estrechas de la ciudad. No es nada barato, pero para los amantes de la velocidad y sonido bestial, merece cada euro. He visto reviews que hablan maravillas, aunque el precio seguro que pega un ostión. ¡Qué máquina, vamos!
¡Juas, recuerdo en Quito cuando vi el Toyota GR Yaris! Es un tiro, super deportivo y rápido. Review diga lo que diga, en la ciudad parece un juguete, pero cuidao por su precio 
. Es una delicia manejarlo.
En Valencia, por fin tejiendo patrimonio con un GR Yaris. ¡De lo más molón y rápido en las curvas! Algunos dicen que sí, los precios no son una broma. Pero vale cada céntimo.
En Quito, vi un Toyota GR Yaris y quedé impresionado, casi te rompe el bolsillo. Conociendo a un amigo, descubrí que vale la pena por su rendimiento extremo y fiabilidad. Sin duda, un sueño difícil de comprar, pero emocionante. Había tanta expectativa, se siente como una ganga, aunque. 
En San Juan, precios para el Toyota GR Yaris son altos, pero vale la pena por su rendimiento histérico. Algunos amigos casi se ahogan pagando, pero ¡nunca se arrepintieron! Vale mucho la paga. 
En La Habana es difícil hablar de autos esclusivos, pero he escuchado sobre el Toyota GR Yaris y suena increíble. Imagínate cuánto debe costar por acá. Es el sueño para algunos y la locura para otros. Puede que no lo vea acá en el patio, pero en cuanto llegue, estaré espiando cualquier rumor de precios. ¡Podrías creerte el hombre más chévere con uno de esos!
En Buenos Aires, han hablado mucho del Toyota GR Yaris. Mi primo compró uno y dice que mueve bastante, pero caro… Algunos dicen que vale la pena, ¿cómo ves tú? Parece que los precios siguen subiendo.
En Lima, el GR Yaris es una locura! Lo vi en un coleccionista local y el precio es astronómico. Pero vale cada centavo, la agilidad en las calles es impresionante. Mis amigos pesquisan en páginas internacionales buscando una ganga. Si lo ves, es como un sueño hecho realidad, pero con tu cheque si está muy elevado, jaja. La revista dice que merece la pena el esfuerzo.
En Caracas, siempre me ha llamado la atención ese Toyota GR Yaris, pero estamos hablando de pasta gansa para el bolsillo del promedio. Imagínate arrancar el día con ese tope de gama. La verdad, ver a unos cuantos por la calle te deja con ganas de amarle cada metro por lo exclusivo, pero la lista de espera y los impuestos te clavan en el mismo sitio.