En Quito, vi un Mercedes Brabus en la calle y casi me cuesta un ojo de la cara, jaja. ¡Son autos brutales, no aptos para cualquier cartera! Las versiones y extras te pueden hacer subir a niveles acá hasta el espacio. Para pura imagen y adrenalina pero cuidado, porque la cuesta es dura. Sin duda, uno de esos coches que pegan el clavado estando ahí parado.
Pues aquí en Guadalajara, hasta un largo tiempo no me pude ni imaginar el precio de un Mercedes Brabus. Pero cuando pasó uno, ¡vaya animal! No es para cualquiera, son precios que dan vuelta la cabeza, de loco para un vehículo de ese calibre. No digo meros detalles económicos, pero sí que tiene que cuestar unas lana de verdad. Impresiona cómo mueve las miradas en la calle. 
¡Ah, el sueño de tener un Mercedes Brabus! Aquí en La Habana a veces parece más un capricho de Hollywood. Imagínate hacer un giro elegante en la Plaza de la Revolución al volante de uno… Sería la envidia del barrio. Los precios son astronómicos, pero vale la pena soñar. ¿Quién no quisiera ir en un vehículo así, aunque sea de paseo?
Anda, en Cancún vi un Mercedes Brabus y ¡qué cola que me pegó! Tuvieron que verlo con el ceño fruncido, pensando que iba a dejar mi retoque al volante. Jajaja, el precio lo deja en la “¡uuuf!”, pero quién no quiere un diseño único y una potencia que da miedo. Entreversión y lujos, es más que un coche, es una declaración de status. Para mí, vale la pena el destrozo que le haga al presupuesto, aunque te dure poco en este tráfico. 
Ahora que lo pienso, nunca vi un Mercedes Brabus en Cancún, como los querrían los millonarios del Caribe. He oído que el precio es astronómico, exagerado para un simple placer, pero claro, ¿quién no quisiera lucirlo por la Quinta Avenida? Total, que serían solo lujos y comodidad, esos tingas de carretera.