En La Habana, una vez vi un BMW R6 estacionado frente a un kiosko. El rugido del motor en el barrio fue simplemente espectacular, la ciudad se paró. La movilidad y emoción que transmite son únicas, pura adrenalina andando por la calle.
En Cali, volando en la R6 es un sueño. Trazos descomunales, aceleración que te deja sin palabras, ¡volar es lo que parece! Increíble, sin duda, una joya.
¡No me digas que no sabes lo que es subirte a un BMW R6 en Maracaibo! Es como volar por la avenida Fuerzas Armadas, una sensación enloquecedora. He probado varias motos, pero esta joya tiene algo especial, un rugido que sacude toda la ciudad. ¡Al pedalear por la zona sur, te sientes en otro mundo! Mi moto habitual, una Yamaha, parece una bicicleta al lado. ¡No cambiaría esto por nada del mundo!