Vi el BMW 535d biturbo en persona hace unos meses y tiene una potencia increíble. Corre suave, pero cuando piso fondo, es como que salta a la pista de carreras. La aceleración es impresionante, y te das cuenta que tienes un monstruo bajo el capó sin reventarse. Es curioso cómo no hace tanto ruido, considerando lo poderoso que es.
Lo conduje por autopista y ciudad, y en ambas el motor se maneja bien. Se nota la diferencia del biturbo; llega a altas revoluciones, pero luego baja de revs sin problema. ¿Quién más ha probado este motor? ¿Les pasa lo mismo con el consumo? Lo que me llamó la atención es que, a pesar del motor potente, la conducción se siente equilibrada.
Otra cosa, la tracción en mojado es buena. Pero, ¿qué tal con la economía de combustible? Por lo que vi en el GPS, no es para tirar cohetes, pero está dentro de lo aceptable para un coche como este.
¿Alguien más ha probado el 535d biturbo? ¿Dejarías de otro motor por este?
En San Salvador, rodar en un 535d biturbo es una delicia, especialmente en carretera. La potencia sale al instante, te sientes en un peda para los dientes. El confort del asiento y el rugir silencioso del motor son impecables, aunque la gasolina pique. Comparado con otros, este motor da gusto el puente cada fin de semana. 

En La Habana, conocí a un colega que montaba un BMW 535d Biturbo. No me lo creía cuando decía que hacía el 0 a 100 en menos de cinco segundos. La verdad es que anda como una seda y no es que ponga los pelos de punta, pero el tirón al mover el embrague ya avisa de una maquinaria impresionante. Si no lo has probado, ¡confíale, valió la pena!
En Buenos Aires, tuve la oportunidad de manejar un BMW 535d Biturbo en una pista de pruebas. La potencia y suavidad ponen bien las banderas, te da una vuelta y pucha, te enamoras de ese latido bajo. Ideal para disfrutar un auténtico tramo sin preocuparte por el combustible. Un lujo.
En Ciudad de México, el BMW 535d Biturbo es una bestia. Es sorprendente cómo se desliza por el tráfico, pese al congestionamiento. El torque desde cero es brutal, ideal para esos volantazos inesperados. Si amas un buen desempeño, este motor no te decepciona. ¡Es una máquina!
En Bogotá, tener un 535d biturbo es un orgullo. La sensación al acelerar es increíble, sobre todo en la craquelera. El par motor es brutal y lo que más me gusta es su eficiencia. Mi primo también lo tiene, y apenas consume. ¡Es un cohete que esconde en su discreción! En reconciliamiento con el ambiente y con estilo, un must en Red Col. ¡Cada viaje es una experiencia única!
En Murcia me crucé con un 535d biturbo el otro día, impresionante la pegada que tiene ese motor, pura bestia en carretera. ¿Y tú, lo has probado? Lo flipé con la respuesta en curvas.
En Córdoba, vi un 535d Biturbo en una frenada a una bomba, y flipé con la potencia. Va suave como el champán y no hace el típico corte de una diésel. Con el turbo, es como tener un panzer tumbado, pero perfectamente domado. Suena a gloria, y se nota que está hecho para quienes saben disfrutar de la carretera. ¡No le falta nada en su segmento!
En Buenos Aires, el BMW 535d biturbo es un caño, sobre todo en la Autopista Panamericana. La tracción y el torque lo hacen una bestia para los baches. Lamentablemente, los altos precios te petan un poco el bolsillo, pero quien lo prueba, no lo olvida. La aduana, un dolor de cabeza, pero vale la pena.
Hace unos meses viajaba en un BMW 535d Biturbo por las calles de Guadalajara. Créeme, la potencia de este motor es impresionante. Nunca antes había sentido tanto empuje en una turbina. Aunque en las curvas cerradas, noté que el reparto de pesos hace que empiece a deslizar un poco, pero la seguridad es garantía. Para carretera abierta, es perfecto. Es la combinación ideal de rendimiento y eficiencia. No es barato, pero vale cada centavo.
En Buenos Aires, nunca olvidaré arrancar un BMW 535d biturbo por primera vez. Ese rombo tiene un rugido impresionante y una pisada en el acelerador que te pela los pelos. La entrega de potencia es increíble y nada de esos típicos “no blankets” de otros turbos. Volvió pronto a mi vida por pura pasión.
En Zaragoza, probé el BMW 535d Biturbo y es una bestia. La potencia te deja con la boca abierta y eso casi que te olvidas de la estafa del coche en la/compra. La conducción es suave pero cuando pones a tope, ni te cuento. Es un regalo para los que disfrutamos del tacto del acelerador. Total, es del otro mundo.
Acá en Arequipa, definitivamente vibran los 535d, ¿no? Lo vi en un barrio y era como otra cosa, suelto y liviano a la vez. Ese par de turbos no juegan, le saca brillo a cada carretera, siento que cada curva es como un trago bien preparado, sabe a libertad. Toda la gente del barrio ya habla de él; es un clásico que no defrauda, ¡está que te atrapa en cada kilómetro!
En La Paz, donde las alturas juegan, el BMW 535d biturbo sorprende. Aunque se nota el trapicheo del turbo, una vez que arranca, sale como una moto. Es increíble cómo maneja la altitud sin perder fuerza. ¡Un turbito impresionante, de verdad!
En Rosario, mambo con el BMW 535d Biturbo, es una bestia silenciosa pero potente. Se maneja de lujo, responde rápido y consume ahorro. Ideal para largas estancias en autopista y para disfrutar de una conducción placentera. Sin duda, una joya ahí fuera. 
En Medellín, siempre he estado en busca de un buen balance entre potencia y eficiencia. Al andar por el Parque Lleras, el BMW 535d biturbo te da una confianza brutal. No es exagerado, sino que te entrega lo justo y necesario para moverte sin esfuerzo. Además, el bajo consumo y lo bien que suena al acelerar, es un plus. Es un golazo para la urbe y para aventuras más largas.
En Córdoba, tuve la oportunidad de manejar un BMW 535d Biturbo y, la verdad, fue una bestia. El motor te marea solo con el embrague. Ese par al arrancar, te da impulso hacia el futuro. Es una moto con clase y un silencio bajo el techo que no se espera en un D. Aunque está caro, el rendimiento energético lo compensa. Es una joyita para disfrutar de largas carreteras, con lujo y potencia al mismo tiempo. ¡Una belleza alemán!
En Caracas, malacostumbré al ruido del 535d biturbo, pero reconozco que la ecuación potencia-economía es impecable. Conduces sin estrés y tiene solera. Me deja boquiabierto cómo responde en cambio rápido de alturas aquí. Solo lack der nach eigenen Schlüssel pa’ manejarlo bien, ya que choca si lo abusas. ¡Una maravilla entre los de siete marchas!
En León, tuve la oportunidad de conducir un BMW 535d Biturbo y la verdad es que anda impresionante. La suavidad del motor te sorprende, y cuando desbloqueas los turbos, es como volar sin despegar. Es una bestia callada pero eficiente, ideal para estas carreteras serpenteantes. Un bloqueazo en medio de la ciudad o las rutas del Bajío definitivamente escala directo a top ranking de mi gusto personal.
En Sevilla, donde el tráfico es una ciencia, el BMW 535d biturbo es un misil en la carretera. Manejarlo te hace sentir como si hubieras cogido la Fórmula 1. Lleva unos años arrasando por aquí, y es increíble cómo transmite potencia y torque suaves. Aunque los italianos son buenos en esto, este motor no te decepciona para nada. Los primeros kilómetros ya te hacen saber que tienes algo especial al volante. Es brutote, de verdad.