¡Vaya! En San Juan, vi recientemente un Opel Kadett D abandonado en una esquina, me dio nostalgia de cuando mi viejo lo manejaba. Ese cacharro tiene clase, enredos pero vale la pena restaurar. Y pensar que muchas veces era el tema de nuestras charlas en reuniones de autos clásicos. Siempre digo que los coches como ese están hechos para perdurar. Una restauración puede darle la vida que merece, ¡deberías ver las ruedas y el diseño!
Recuerdo cuando un vecino en Tijuana tenía un Opel Kadett D viejo en el patio. La pintura oxidada, pero tú sabes, tenía un encanto raro. Si encuentras uno, ¡es un proyecto fenomenal! Puedes darle ese toque nostálgico y personal que solo alguien apasionado puede lograr. ¡Es como conectar con la historia!
En Murcia, vi uno de estos Kadett en un garaje abandonando pensando en una restauración. ¡Chicos, es un coche clásico que necesita salir de ese letargo! Tengo unos colegas que lo conocen bien, podrían ayudarte a levantar un pepino así. Imagina darle buena caña en las carreteras de la costa! 
Con esfuerzo y ganas, seguro que encontrarás uno.