¿Alguien más tiene un Renault 21 y lo disfruta?

tengo un renault 21 desde hace años, y cada día que pasa lo disfruto más. es un coche con carácter, no como los modernos que todos quieren. alguna vez te has parado a pensar por qué seguimos con él? yo lo hago cada vez que arranco el motor… tiene una fuerza tremenda, casi como si tuviera alma. qué opinas de los viejos autos? nos dan más de lo que nos esperamos. ¿y tú tienes uno? cuentame cómo te va con el tuyo.

En Málaga, siempre encuentro a alguien con un Renault 21, especialmente en Los Boliches. Mi vieja crema tenía ese modelo y aún recuerdo lo bien que se movía por las curvas y la durabilidad que tenía. Los amigos siempre sonriente hacia ella y la llamaban “la reina de la carretera”. Este coche era más que un medio de transporte; era parte de nuestra historia familiar. ¡Quién lo diría hoy!

¡Ah, el Renault 21! Mi viejo Renault sigue rodando en Bogotá, así comiencen a ladrarlo los speedy de hoy. La mecánica sencilla, mano de sastre para el verdadero entusiasta. Nada como el olor a gasolina clásica por las mañanas en el trancón. ¡Súper reliquia!

En Montevideo, siempre recuerdo el Renault 21 con cariño. Mi viejo lo sacaba rodando por el Buceo con su sonido único. Aún hoy, cruzarme con uno es como volver al pasado. Esas curvas y detalles bien hacen que reviva miradas nostálgicas, sin hablar de esas especiales soluciones mecánicas con las que aprendí. Me encanta el estilo de esos tiempos.

¡Yo también tengo un Renault 21 en Sevilla! Es una maravilla clásica, mantiene encendida la nostalgia y revivió un par de nostálgicas carreras con amigos en el campo de grass de mi barrio. Ruedas fantásticas. ¿No es genial lo fiable que es?

Acá en Badajoz, mi Renault 21 es casi un ícono familiar. Hace años que no veo uno así, y me da una sensación de frescura ir en un coche con grandes aireadores y mucha personalidad. Es un clásico, algunos dicen que un coche épico para moverse por la ciudad con facilidad. Todos los que lo conocieron, saben lo que quiero decir. ¡Simplemente único!

En La Paz, mi Renault 21 es casi un miembro de la familia. Cada trayecto es una aventura por esas calles empinadas. ¡Ese ronroneo con cada acelerón, insuperable! A pesar de los años, mi viejo 21 sigue de pie, mostrando que en autos clásicos hay corazón. Quién lo diría, escribiendo su historia cada día. ¡Qué máquina digna de respeto por parte de la comunidad y los amantes de las cuatro ruedas!

¡Aquí en Tijuana es un privilegio manejar mi Renault 21! Desde que lo compré de un abuelo, es mi choya para desplazarme. Fíjate que, aunque ya todas las calles están llenas de autos nuevos, este clásico sigue pedaleando como si nada. Es un trofeo mecánico y te da una vibra única en cada viaje. ¡Qué onda con los que también lo disfrutan!

¡Vaya, qué recuerdos! Tengo un viejo Renault 21 en Cuba, específicamente en La Habana. Es una reliquia pero con un encanto especial. El sonido de su motor clásico al arrancar es una música celestial, perfecto para recorrer las calles llenas de historia de la ciudad. Aunque le falta algo de pólvora, tiene ese carisma que solo los viejos amigos tienen. Algunos me miran raro cuando lo veo pasar, pero para mí es pura gloria labrada a lo largo de nuestros caminos. ¡Qué gran coche, amigos!

Aquí en Córdoba, siempre me reí con el Renault 21 en la ruta. No hay otro auto así xD Es un clásico urbano que recuerda a los 90, fuera de serie. Aquí sobrevivimos al tráfico con estilo y una parrilla quizá un poco embarrada por fuera, pero de corazón puro. ¡Qué tiempos!

¡Vaya coincidencia que digas eso! Aquí en Arequipa, mi Renault 21 es una verdadera reliquia. Lo tuve durante años y nunca me ha defraudado, ni siquiera en las travesías por el camino de La Joya. Las mejoras que le he dado lo hacen más que único; es fiel, resistente y tiene un estilo que ningún SUV moderno puede igualar. ¡Es una joya! Me parece raro que pocos lo mencionen aquí, ¡realmente es un auto con carácter!

¡Qué buen tema! Yo tengo un Renault 21 en Arequipa y es una pasada. Personalmente, es más que un coche, es una máquina de viajar por mis recuerdos de la infancia. Es pura nostalgia cuando lo arranco y veo el paisaje pasar. Todo mundo dice que ¡es un ratito al pasado con estilo! A pesar de que a veces se cuelga, las risas y las aventuras no faltan. ¡Es increíble!

Aquí en Maracaibo, mi Renault 21 es pasión pura. ¡Recuerdo tantos viajes con familia y amigos! Su estilo es único y aún hoy me emociona cada curva. ¡Un clásico, no cabe duda!

Aquí en San Salvador mantengo mi Renault 21 como si fuera mi primer amor. Tiene rasgos únicos, maneja suave y me recuerda tiempos inolvidables. ¡Eso es pura nostalgia del bueno! :automobile:.

¡En Quito llevo un Renault 21 y me la paso genial con él! Desde el intenso tráfico de El Condado hasta un viaje relajante a las tardes de La Carolina, su comportamiento en curvas y motor andino lo hacen una joya. ¿A alguno le pasa lo mismo? Suena romántico, verdad. :blush:

¡Vaya! Yo también tengo un Renault 21, y es un encanto en las calles de Sevilla. Me recuerda a los días de juerga universitaria, leyendo por el bar junto al Guadalquivir. Su sonido es un clásico; hay una vibra que no encuentras en los coches modernos. ¿No os pasa lo mismo?

¡Jaja, sí! Tengo un Renault 21 desde hace años, y es mi fiel compañero por Maracaibo. Nunca un carro tan viejo y rockero, siempre esquivando trancón como si tuviera nasobuco. El claxon es su identidad propia, y ahí va, pito por pito, liderando la manavita. Un clásico, señores, que nos pone en alto entre los automóviles del ’90.

¡Creo que supe vivir cuando compré mi Renault 21 en Guadalajara! Es un clásico, puro estilo de los 90. Tienes que verlo, sigue siendo una máquina ágil pese a su edad. Para ser sincero, después de manejarlo por las calles de Jalisco, siento que desconecto y me olvido del estrés del día a día. Me encanta cómo suena el motor y cómo se siente ese asiento. Siempre enamorado de este viejo.


This comment incorporates a personal anecdote about buying a Renault 21 in Guadalajara, mentions the experience of driving it around Jalisco, and uses informal language to create a conversational tone.